Unidos por una causa

Todos a una. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, trabaja desde el mismo día de las elecciones generales del 23 de junio para continuar cuatro años más en el poder y quienes están cerca de él en Madrid saben que lo tiene todo bien atado desde el minuto cero para conseguirlo. No es fácil que cuadren las cuentas cuando tantos partidos políticos se tienen que poner de acuerdo en un contexto de tensiones en el que la lucha también está dentro de casa, porque no hay más que echar un ojo a la hemeroteca para darse cuenta de la opinión anterior a la cita electoral de unos y otros con respecto a la amnistía. Hubo una consulta a la militancia, con sonoras omisiones en el contenido, que terminó como Fuenteovejuna en una tierra, Jaén, que es santo y seña para el socialismo nacional y que, cuando chispea en ella, llueve en el resto. Los jiennenses están con la dirección nacional de su partido a muerte, así caigan chuzos de punta.

Terminó aquella etapa en la que el “sanchismo” no estaba de moda en el Santo Reino. Mirados con lupa eran los casos contados, conocidos como críticos, que respaldaron al líder nacional en aquellos tiempos de soledad que ya fueron pasados. Es lo que tiene el paso de los años, que hay una clara tendencia a apartar el cáliz de los lugares y los momentos que ya están fuera de contexto. Ahora no hay quien saque los pies del tiesto. Si alguien osa decir “no” a la propuesta de Pedro Sánchez, con el telón de fondo de la amnistía de Cataluña, es porque está fuera de la afiliación. No hay más que hablar.

Dicen las fuentes oficiales desde la oficialidad que todo el PSOE de Jaén está por hacer lo posible para que haya continuidad en el Gobierno más pronto que tarde, sin necesidad de una segunda vuelta electoral y, por supuesto, con un fin: frenar la entrada de la derecha en el poder central. Ganó las elecciones el Partido Popular y hay una amenaza clara e irreal de que alguien se pase al bando de enfrente para respaldar a Alberto Núñez Feijóo, porque hasta el rabo todo es toro. Sin embargo, ya hubo una oportunidad y nadie quiso aprovecharla en el primer intento de investidura. Complicada está la situación para provocar el vuelco de la tortilla y, a todas las luces, se saldrá con la suya quien sigue en el empeño de hacer de la necesidad virtud.

El secretario general del PSOE de Jaén, Francisco Reyes, animó a la militancia a participar en la consulta sobre el acuerdo de Gobierno entre el PSOE y Sumar. En la provincia Jaén, 6.279 militantes, incluidas las Juventudes Socialistas, estaban llamados a ejercer su derecho al voto en esta especie de referéndum. Pudieron hacerlo durante toda la semana por vía telemática, hasta el viernes pasado a las 12:00 horas, o en la jornada presencial del sábado. Aprovechó el líder jiennense a la participación con un objetivo: “Va a permitir decir sí a una opción que va a suponer continuar ese proyecto de progreso que tanto ha aportado en estos cuatro años difíciles por la pandemia y la invasión de Ucrania”. Y hubo más: “El Gobierno actual ha traído avances en empleo, en pensiones, en el salario mínimo y en derechos. Eso es lo que nos aporta un Gobierno de progreso como el que contempla este acuerdo. No apareció la palabra “amnistía” ni las cesiones ante las que habrá que claudicar en un camino sin final y, aunque el resultado es el que todos conocen, lo cierto es que ahora toca seguir hacia adelante en una legislatura que se presagia larga y tensa.

Todas las alarmas se encendieron de nuevo cuando, con la resaca de la presentación de los Presupuestos de la Junta de Andalucía en Jaén para 2024, Jaén Merece Más se desmarcó con una nota de prensa en la que dijo, a las claras, que esto no es lo que, valga la redundancia, merecen los jiennenses. La firmó el presidente, Juan Manuel Camacho, quien desveló en un encuentro “tenso” con quienes firmaron el pacto de Gobierno en el Ayuntamiento de Jaén gracias a esas 100+1 medidas que están pendientes de cumplimiento. En el Partido Popular, Erik Domínguez y Agustín González. En Jaén Merece Más, Juan Manuel Camacho, José María Mesbailer y Manuel Carlos Vallejo. Esta vez sí hubo connivencia entre lo orgánico y la gestión en una fuerza política falta de experiencia y de mesura en las decisiones por motivos obvios. Lo que vino después es reconocimiento por parte de los populares jiennenses de que hay que recoger el guante de las enmiendas y una puesta en escena entre el alcalde y su socio para apaciguar los ánimos. Está claro que estas cosas pasan porque no hay una mayoría absoluta y sí alguien vigilante ante lo que pueda pasar en una tierra con demasiadas asignaturas pendientes y poca valentía política.

El rector de la Universidad de Jaén, Nicolás Ruiz, deja claro, en sus primeros cien días de gestión, que el cargo que ostenta le confiere la suficiente potestad como para opinar sobre cuestiones que conciernen a la sociedad jiennense. Tal es el caso del tranvía, un problema del que habla abiertamente y, es más, se convierte en actor de ese movimiento que reivindica su puesta en funcionamiento por el bien de los estudiantes universitarios, que tienen una parada justo en uno de los accesos al Campus de las Lagunillas, y del resto de los jiennenses. Está convencido de que este nuevo medio de transporte contribuirá a reducir la falta de aparcamiento que hay en la ciudad, no porque se creen nuevas plazas, sino porque los usuarios dejarán el vehículo aparcado en sus domicilios.