Se avecinan cambios

Fue en el último pleno celebrado en el Ayuntamiento de la capital cuando se produjo el primer movimiento de concejales de la presente legislatura. La número doce de la candidatura con la que el Partido Popular concurrió a las elecciones municipales tomó posesión de su acta después de la anunciada del segundo de la lista, Erik Domínguez Guerola, inmerso en demasiados frentes como para continuar en el salón de plenos. Se trata de Elena Araque Pérez, la edil más joven de la Corporación Municipal que, con 31 años, repite después de estrenarse durante dos meses, en la oposición, en el anterior mandato. Le supo a poco la experiencia y, ahora, está dispuesta a aparcar las oposiciones a la gestión administrativa con tal de hacer lo que esté en su mano por el bien de la ciudadanía.

Su llegada al equipo de Gobierno obligará al alcalde, Agustín González, a remodelar las áreas con el beneplácito de Jaén Merece Más, porque después del vendaval político vivido en los prolegómenos de la Semana Santa, con serias amenazas de ruptura del acuerdo, no hay paso que uno dé sin que el otro no se entere, porque eso de que tu mano derecha no sepa lo que hace la izquierda, o viceversa, ya no vale cuando el asunto es cosa de dos. El caso es que pronto está previsto que la ciudadanía tenga información fidedigna de los cambios introducidos para ganar en agilidad y eficacia en un día a día en el que la oposición se frota las manos a la espera de las grandes promesas que nunca llegan. El fin de semana fue de trabajo interno, en forma de mesa camilla, para encajar a la perfección de las piezas del puzle (perdón por la metáfora) de los dos mangos de la sartén.

¿Quién es la nueva incorporación? Elena Araque Pérez es jiennense de nacimiento y de corazón, una joven que, con 17 años, pidió permiso a su padre para sacarse el carné del Partido Popular, donde comenzó en Nuevas Generaciones trabajando entre bambalinas, sin más cargo y representación que lo que significa el aprendizaje de la calle. En comunión con los ideales de una fuerza política con la que se identifica plenamente, quiso formarse y labrarse un futuro que se ve interrumpido, ahora, por una oportunidad que no piensa desaprovechar. Graduada en Administración y Dirección de Empresas, quienes la conocen saben que se trata de una mujer trabajadora, constante y buena persona, un baluarte en esto de lo público que no puede pasar desapercibido. Concejala de Relaciones Institucionales y responsable de la Oficina de Inclusión y Accesibilidad, a partir de hoy tendrá nuevas ocupaciones que más vale no adelantar para que no queden frustradas las expectativas.

Cierto es que la recién estrenada edil del Ayuntamiento de Jaén pensaba volver al salón de plenos el mismo día en que se celebró la cita con las urnas, pero quiso el destino, más bien los votantes, que tuviera que hacerlo nueve meses después, lo que dura un embarazo, cuando Erik Domínguez, el líder del Partido Popular de Jaén, consideró que era el momento de abandonar una de sus responsabilidades para dedicarse a otras. La remodelación de áreas, que pronto se dará a conocer, no sólo afectará a Elena Araque, sino también a Mónica Moreno, a Vicente Oya, a María Isabel López, a María del Carmen Colmenero (del Partido Popular) y a María Espejo y a Manuel Carlos Vallejo (de Jaén Merece Más). El objetivo es que haya connivencia, que esté repartido mejor el cotarro y que vayan todos a una, como Fuenteovejuna, en una legislatura en la que todavía queda mucha tela que cortar.

De todos es conocido el “run run” que existe tras la cortina del expediente preparado para que el “Paisaje del Olivar” sea declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, un proyecto que supondrá el reconocimiento internacional del principal valor añadido que tiene la provincia de Jaén desde tiempos inmemoriales y que será un revulsivo para esta tierra. Un importante número de agricultores agrupados en torno al C-14 —la candidatura se divide en catorce componentes territoriales—, en la comarca de La Campiña, están en pie de guerra porque consideran que el proyecto será un atentado contra sus derechos constitucionales como propietarios y se rearman en torno a sus alcaldes para recabar el apoyo necesario que conduzca a la paralización de la iniciativa. Hoy se escribirá un nuevo capítulo en esta historia. Mientras tanto, la comisión que vela por los intereses del expediente sale al paso de las críticas con una carta enviada a los agricultores mediante la que explica que la protección de sus olivos no será coercitiva y defiende las bondades de un proyecto que supondrá un antes y un después para una provincia que quedará situada en el mapa internacional si recibe el visto bueno de la Unesco.

Nadie sabe qué pasará en una legislatura autonómica relativamente tranquila, pero lo que sí es cierto es que la consejera con “cupo” jiennense, Catalina García, está en el punto de mira desde que empezó el mandato. No es fácil la cartera que tiene en sus manos, Salud y Consumo, más por lo primero que por lo segundo, por lo que esta enfermera de profesión se ve obligada a redoblar esfuerzos para intentar dar explicaciones de todas las polémicas que surgen en las ocho provincias, con una detrás de otra que se convierten en un no parar. Cuando hay colectivos poderosos en contra en el sistema sanitario andaluz, es como luchar contra viento y marea para que el barco no se vaya a la deriva. Así se debe sentir Catalina García.