La fuerza de Jaén

Entra el jiennense Jacinto Viedma como secretario de Organización del PSOE en Andalucía y continúa Ángeles Férriz al frente de la Portavocía del Parlamento como azote del PP

30 ene 2024 / 08:00 H.

Queda mucho camino por recorrer hasta que, salvo imprevistos, los andaluces tengan que decidir en las urnas a su próximo presidente de la Junta de Andalucía. 2026 está lejos en el tiempo y, a la vez, cerca, porque en política resulta complicado medir las horas de un reloj que lo mismo va para detrás que para adelante. Sin embargo, es el momento propicio para analizar escenarios y mover ficha cuando la maquinaria falla o necesita reseteo. Algo parecido ocurre en el seno interno del Partido Socialista en Andalucía, donde Jaén y Sevilla llevan la voz cantante por cuestiones relacionadas con un peso electoral, eso sí, venido a menos. Su líder, Juan Espadas, impulsa cambios en el organigrama que merece la pena analizar cuando hay jiennenses con proyección en la diana, con nombres propios como Ángeles Férriz o Jacinto Viedma, que militan en primera fila.

El caso es que el secretario general de los socialistas andaluces busca su hueco en el panorama de lo público sin llegar a acertar cuáles son sus pretensiones en algo tan cambiante como las olas del mar. El hecho de estar en el Senado se presta a diferentes interpretaciones. La primera, que saldrá de Andalucía para digerir mejor la derrota. La segunda, que compatibilizará el cargo con el fin de buscar en otros lares el foco mediático reducido en su tierra. Cabe una tercera en la que tendrá que mediar su jefe, Pedro Sánchez, quien tiene la batuta en su mano tanto para defenestrar como para ensalzar. Dos años en política es una eternidad y, en este sentido, la foto fija del momento es que no le queda más remedio que continuar con la labor que le encomendaron los ciudadanos en las urnas.

Le acompaña en el camino, para las duras y las maduras, la jiennense Ángeles Férriz, a quien descubrió cuando era alcaldesa de La Carolina y, desde entonces, no apartó de su vista. Ella está dispuesta a recorrer hasta el final del sendero, agotar la última etapa y, si es necesario, toparse con el muro que el destino tenga preparado en aras de la lealtad. No hay que dar por amortizada a una cara conocida y respetada por la militancia en las ocho provincias que, aunque tenga sus detractores, es el azote de la derecha por más que María Márquez y Carmen Castilla sean los actuales valores en alza. Tampoco hay que perder de vista al bedmarense Juan Francisco Serrano, en primera división de un equipo en el que, no obstante, tiene en su contra el desgaste de la Ley de Amnistía. Todo tiene su lado bueno y su lado malo, de tal forma que estar junto a Santos Cerdán en las negociaciones gubernamentales con avión incluido será una persecución constante en su intensa vida política, muy valorado, eso sí, entre los afiliados por las gestiones realizadas y la entrega absoluta para salvar los muebles de la riada electoral.

Paréntesis aparte, la última remodelación de la estructura orgánica del PSOE en Andalucía introdujo un cambio importante al comienzo de la pirámide que afecta a la dirección jiennense. ¿Cómo fue el proceso? Está claro que Juan Espadas, antes de tomar tan trascendental decisión, puso su mirada en los dos mirlos blancos en los que los socialistas mantienen el gobierno de sendas diputaciones. Los dos secretarios de Organización de Sevilla y Jaén son actualmente parlamentarios, por lo que, previa consulta con el jefe de filas olivareras, se decantó por Jacinto Viedma, en lugar de Rafael Recio, para situarlo en el número dos de una fuerza política que quiere recuperar lo que ahora mismo se antoja una utopía. Colocar a un sevillano en tan relevante posición era una obviedad impermisible. En él confía un trabajo que no es fácil, porque la cirugía y la limpieza a fondo en ocho provincias sin levantar más polvareda de la necesaria, esa que tanto entretiene a quienes gobiernan, favorece poco cuando se trata de dejarlo todo como la patena. El caso es que el talante y el talento cuadran hasta el punto de llegar a eliminar la Vicesecretaría para que no haya choques de trenes en una misma vía. Si hay un jiennense en la Secretaría de Organización no puede haber una paisana en la Vicesecretaría General, aunque la vicesecretaria esté viva y colee. Hay espacio para todos, pero sin apariencias de incompatibilidad que rompan la paz interna en un momento de guardar la ropa. Mientras Jacinto Viedma, con el beneplácito de Francisco Reyes, prepara las maletas rumbo a Sevilla, Ángeles Férriz continúa con el foco de la Portavocía del Parlamento andaluz que un día le quitó Susana Díaz, donde, como enemigo a batir, suplirá perfectamente las ausencias de Juan Espadas en sus obligaciones madrileñas. El jefe está tranquilo con ella, una inversión en capital humano fija.

Por cierto, mañana se celebra un comité provincial para elegir nuevo secretario de Organización tras la marcha de Jacinto Viedma, cargo para el que suenan nombres como Isabel Uceda, Antonio Morales o Juan Latorre. Veremos...

Entra en el comité de expertos el portavoz en el Ayuntamiento de Jaén, el exalcalde Julio Millán, y queda por ver qué pasará con Catalina Madueño, porque nadie entiende que Pedro Sánchez no haya tirado ni de él ni de ella para los puestos de aderezo de su equipo y, aunque todavía hay partido, lo cierto es que el tiempo pasa sin más movimientos que los que ya se conocen. Cambios que, para bien o para mal, fuerzan que haya quienes no puedan cantar nunca victoria.

La fuerza de Jaén

EN CORTO. Una polémica nacional sin sentido

Quiso el Ayuntamiento de Jaén recuperar el concurso de peleles por San Antón y el primero premio desató una polémica de ámbito nacional que todavía colea. Se trataba de un muñeco inspirado en el expresidente de la Generalitat y actual principal figura del Procés, Carles Puigdemont, que ardió en las tradicionales lumbres de la festividad jiennense. Tuvo que retratarse la concejala de Cultura, María Espejo, en las televisiones de toda España para explicar que no hay odio que valga en un certamen que busca hacer honores a la tradición y, lo mismo que los carnavales de Cádiz, si el político catalán está moda es normal que haya parodias en torno a su figura. No hay más que darse una vuelta por las Fallas de Valencia, donde también sacrifican con ironía a un muñeco que es un calco al del “procés”.