La carrera más “popular”

Faltó el jefe que, con dolor en el corazón, no pudo estar con los suyos en una de las ediciones más “populares” de la Carrera Urbana Internacional Noche de San Antón. El resto —casi todos— se apuntó a patearse las calles y vivir las emociones que despierta esa ingente masa de ciudadanos anónimos que, movidos por sentimientos íntimos y motivaciones para escribir un libro, son los que dan sentido a un acontecimiento mundial único que tiene sede en una ciudad en la que sí que pasan cosas buenas. Erik Domínguez, presidente provincial del Partido Popular, se perdió una sana competición que sus compañeros sí tuvieron la suerte y el privilegio de contar en el comienzo de un mandato con un significado muy especial para quienes están al mando de instituciones en las que tradicionalmente el voto era otro distinto. Esto no va de signos políticos, también el exalcalde socialista Julio Millán es un corredor de fondo, pero cuando alguien está en el candelero de lo público y sale a correr entre la marabunta hay que retratarlo como merece.

El caso es que la mejor carrera del mundo, una máxima reconocida por esos atletas internacionales que rechazan antorchas y se apuntan éxitos, estuvo repleta de representantes políticos que demostraron que están en forma, preparados para lo que les echen y con el “running” como deporte de moda en una clase demasiado acostumbrada a los encorsetados despachos. El alcalde de Jaén, Agustín González, con 49 minutos y 56 segundos, estuvo a la altura de las circunstancias en ese trazado vertiginoso de diez kilómetros en forma de reto, otro más, convertido en una verdadera fiesta del deporte. Su primera carrera con el bastón de mando en la mano. Inolvidable. Tuvo como acompañantes de zapatilla a su “coach”, Rafael García Sánchez, con una hora y veinte minutos de carrera, quien demostró que queda mucho entrenamiento por delante y que lo importante es, sin lugar a dudas, participar. Se apuntaron también concejales como María Segovia, con el mismo resultado; y alcaldes, como Luis Mariano Camacho, de Bailén —00:54—, o José Manuel Martínez, de Segura de la Sierra —00:48—. De la Junta de Andalucía, también del Partido Popular, hizo buena marca el delegado territorial de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, Francisco José Solano —00:36—, y el coordinador de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Jaén, Enrique Alonso —00:54—. En consonancia con el equipo de Gobierno estuvo el socio de Jaén Merece Más, Luis García, como un niño con zapatos nuevos con esa hora y ocho minutos que vivió con una intensidad inmensa.

La carrera de San Antón se consolida como un referente internacional engrandecido por las lumbres que, en cada rincón de Jaén, convierten el sábado más próximo al 16 de enero en una noche para el recuerdo, porque aquí lo que menos importa es el duelo entre Mo Katir y Edward Zakayo, lo verdaderamente relevante es el ambiente que los jiennenses modelan a la perfección en un recorrido repleto de gente que no hay en otra prueba en cualquier otro lugar del mundo.

Ahora toca recoger árboles y belenes y regresar al tajo, porque queda mucha tela que cortar en una tierra que no está para muchas fiestas, aunque se apunte a todas como es normal. Populares y no populares están llamados a arrimar el hombro para que acontecimientos como el recientemente vivido se repitan más veces a lo largo del año, por diversos motivos, con la sana intención de sembrar el camino de actividades que demuestren que la provincia es mucho más que olivos. Se terminó el bombo y el platillo. Acabó San Antón y Pascuas ya no son.

Algo tendrá que percibir la sociedad jiennense que se mueve en Jaén con dinero público de la Junta de Andalucía, porque hay proyectos sobre la mesa y visos de apuesta firme por esta tierra, pero lo que está en la calle es que la ralentización de cualquier iniciativa forma parte de la idiosincrasia de esta tierra. El tranvía, sin embargo, se presenta como una de las principales promesas que ahora sí va en serio, con movimientos en la calle que hacen asomar la patita ante la que se avecina con una infraestructura que pretende revolucionar el transporte urbano de la ciudad, con graves deficiencias en comparaciones odiosas con otras capitales de Andalucía en las que el usuario tiene información instantánea de los minutos de espera de cada vehículo en todas las paradas. El objetivo es que empiece a circular en pruebas a finales de este año, un momento importante para la concienciación ciudadana, porque la convivencia con los vehículos será importante después de doce años con las vías construidas sin que haya una amenaza tranviaria en los cruces que carga el diablo. Habrá que estar vigilantes para que las promesas se cumplan, porque por muy mal que esté el trazado, todo tiene arreglo, menos ya se sabe qué.

Un apunte. Está claro que la marcha del secretario general del Partido Socialista en Andalucía, Juan Espadas, al Senado conllevará cambios en la estructura organizativa autonómica que se nota, y mucho, en los pasillos de la Junta de Andalucía, donde Mario Jiménez recobra, ahora, un protagonismo que perdió en otros tiempos. ¿Qué pasará con la jiennense Ángeles Férriz? La respuesta queda en el aire, aunque todo apunta a que su tiempo en Sevilla empieza a esfumarse como el humo de un cigarro. Todas las miradas están puestas, para el relevo del “jefe” en Andalucía, en la exsecretaria general de la Unión General de Trabajadores, Carmen Castilla, después de que quede descartada la vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero. Tiempo al tiempo.