Amenazas por escrito

El alcalde de Villacarrillo se ve obligado a emitir un comunicado oficial en el que condena y expresa su repulsa por las cartas recibidas por políticos y ciudadanos anónimos tan preocupantes

26 mar 2024 / 08:00 H.

Son los políticos más cercanos al ciudadano, los que están en la puerta de entrada y de salida y, aunque cada uno es de su padre y de su madre, lo cierto es que el sentimiento que les mueve para estar en primera línea es, salvo contadas excepciones, común: el amor por su territorio. Los alcaldes, esa figura por la que deben empezar quienes dedican su vida al arte de hacer posible lo imposible, están más para lo malo que para lo bueno y, aunque ven colmadas sus aspiraciones con sólo rozar con sus dedos el bastón de mando, lo cierto es que hay situaciones complicadas que les hacen cuestionar si merece la pena el esfuerzo y tanta exposición pública. El problema que afronta, en estos momentos, el máximo dirigente municipal de Villacarrillo es un ejemplo de los carros y carretas que se ven obligados a soportar los alcaldes y alcaldesas de esta tierra.

“Nos dirigimos a ustedes con gran preocupación ante una situación que ha venido afectando a nuestra sociedad en los últimos tiempos. Trasladamos un profundo pesar que tanto ciudadanos como diferentes miembros del equipo de Gobierno y Corporación Municipal de Villacarrillo han estado recibiendo amenazas anónimas”. Así comienza el comunicado oficial del Ayuntamiento de Villacarrillo publicado en las redes sociales. Firmado por Francisco Miralles Jiménez, expresa su más “enérgica condena y repulsa” ante este tipo de actos, contrarios a los principios democráticos y al espíritu de convivencia que caracteriza a la sociedad. “No hay lugar en nuestro pueblo para comportamientos de esta índole, que buscan sembrar el miedo y la inseguridad entre nuestros conciudadanos”, subraya. La Guardia Civil estudia, en estos momentos, las cartas recibidas por representantes políticos y ciudadanos de a pie con mensajes como: “Por la cuenta que te trae...”. “Cuidadín con lo que dices, de quien no debes, en donde nadie te ha invitado”. “Limítate a criticar en la barra de los bares que tan bien conoces. “No te arriesgues”. Son cartas intimidatorias con serias amenazas que, aunque no especifican más que lo que se lee, sí inquieta a quienes las reciben. Lo mejor es sacarlas a la luz pública para parar a tiempo algo que se puede ir de las manos.

El comunicado oficial añade: “En primer lugar, queremos dejar claro que no toleramos ninguna forma de intimidación, coacción o amenaza, ya sea dirigida hacia ciudadanos particulares y hacia miembros del equipo de Gobierno. Todos los individuos tienen derecho a vivir en paz y seguridad, y trabajaremos incansablemente para garantizar este derecho fundamental. En segundo lugar, hacemos un llamado urgente a todas las personas que hayan sido víctimas de estas amenazas o hayan recibido cartas anónimas a que denuncien estos actos ante las autoridades competentes, como la Guardia Civil. Es crucial que se investiguen a fondo estos incidentes para identificar a los responsables y llevarlos ante la Justicia. El equipo de Gobierno de Villacarrillo se compromete plenamente a colaborar con todas las administraciones y autoridades pertinentes para erradicar estos comportamientos radicalmente deplorables. Apoyaremos y cooperaremos para asegurar que se tomen las medidas necesarias para proteger la seguridad y el bienestar de nuestros ciudadanos. En momentos como este, es fundamental que nos mantengamos unidos y que reafirmemos nuestro compromiso con los valores de paz, tolerancia y respeto mutuo”.

Las advertencias por escrito suelen ir dirigidas a personas muy activas en las redes sociales, con agudizado sentido crítico y, en algunos casos, con cargo en la oposición municipal, aunque también hay ejemplos de ciudadanos anónimos que están alejados de la política. Oficialmente apenas hay cinco denuncias, pero es conocido que en Villacarrillo son muchas más las amenazas recibidas. De ahí ese paso adelante dado por el alcalde para parar a tiempo algo que puede ser imparable con la complicidad del doloroso silencio.

Amenazas por escrito

Laura Berja abre clínica psicológica sanitaria a partir del 1 de abril

Fue portavoz de Igualdad en el Congreso de los Diputados, donde se convirtió en una de las parlamentarias nacionales más jóvenes y con reconocimientos de los periodistas españoles por su buen hacer en el estrado —fue elegida Diputada Revelación del Año 2022—. La linarense Laura Berja quedó apartada de la política en las elecciones general del 23 de junio, cuando el Partido Socialista apostó por su paisana, Ana Cobo, para mantener el cupo “minero” en la candidatura jiennense a las urnas que encabezó Juan Francisco Serrano. Ella, junto en Felipe Sicilia, pagaron las desavenencias con la dirección provincial de su partido con su defenestración política. Cada uno se dedica, ahora, a su profesión. Él, como agente de Policía Nacional. Ella, como psicóloga sanitaria. En las redes sociales anunció que el 1 de abril vuelve a su actividad. “Comienzo un proyecto muy personal, con consulta presencial en Madrid y la opción de terapia online para quienes lo prefieran. La psicología es una oportunidad para avanzar. Date esta oportunidad. Pide cita y comenzamos”. Con este mensaje da por zanjada su presencia política, mientras sus compañeros de “fatigas” le desean suerte en su nueva andadura. Sin más.

El pacto de Santisteban del Puerto está más que consolidado

El Partido Popular gobierna en Santisteban del Puerto gracias al respaldo de Jaén Merece Más, un socio que está integrado en la Administración municipal y en el que no hay desavenencias, lo mismo que en Baeza, donde el equipo de Gobierno simula a una balsa de aceite. Las fuentes consultadas aseguran que la situación es diferente en Santiago-Pontones, con tensiones “normales” en un día a día complicado. De la capital ya se conoce cuál es la situación. Todo hace indicar que, en política, también importan las personas, de tal forma que los pactos funcionarán o dejarán de funcionar a tenor de la personalidad de cada uno de sus actores políticos a la hora de salir al escenario.