Ese sentimiento que se desparrama
Domingo de Ramos y Jaén que se echa a la calle para revivir su Semana Santa, singular y única, tan distinta que merece no ser copia de otras > Estamos ante no solo un sentir religioso, las calles se llenan de vida y su colorido alimenta espíritus > Quédese en Jaén
Ha llegado la Semana Santa en marzo con la explosión de la primavera y pletórica de calor, el color se desparrama esta mañana y esta tarde, Domingo de Ramos, Jesús y la Borriquilla por cada uno de los rincones de Jaén, la capital, sus ciudades y sus pueblos. No hay esquina que no se imprima de sentimiento cristiano en un día tan especial en el que estrenábamos pantalón y camisa de pequeñitos y que ahora nos seguimos engalanando porque hay que ver el paso como dios manda, de la misma forma que luego ya hemos reservado terraza para regar ese encuentro con el calor de la familia más unos caldos espumosos y las raciones de rigor. Parece tan lejano el ocaso inolvidable de la pandemia y los templos cerrados y vacíos, que este 2024 reverdece lo de siempre, tan sencillo y rotundo: Jaén tiene fe y ama lo suyo.
Cofradías y Hermandades de Jaén que hacen del recogimiento la mejor prueba de su encuentro apasionado y sentido y cantado con el pueblo en sus calles, en esas esquinas inolvidables, en aquellos rincones soñados que nos marcaron desde pequeños. Imágenes de Pasión alejadas de la alharaca vacua, porque Jaén solo tiene savia que recorre esa muchedumbre que se agolpa a las puertas de los templos y no se cuentan por miles, que también, porque son en sí una única mirada, la misma devoción entre quienes conforman ese gentío, sean pequeños o grandes, del barrio o venideros de otras partes del planeta. Si hubiese que venderles la Semana Santa de Jaén a un japonés no tendríamos mejor reclamo que en colorido pocas nos ganan y que el paisaje de nuestras calles viene ornamentado tras siglos de hechura en piedras y monumentos. De lo contrario, si queremos llamar la atención de un norteamericano, con levantar los faldones de los tronos, comprobarán cómo de abnegada y anónima es la labor en equipo de quienes hacen del peso divisa de entrega a una imagen cuyo valor para nada es material ni medible. Damos por hecho que nos quedamos en Jaén, porque como en Jaén, la Semana Santa en ningún otro rincón.
Nos ha dejado un empresario tan brillante como desconocido para la sociedad en general, un jaenero entregado a la causa de la empresa familiar de construcción de los que él puede ser el último eslabón de una cadena de hombres irrepetibles. José Calderón Carmona tenía en su haber distinciones de todo tipo, dada su trayectoria y vitalidad, su compromiso con el trabajo y la consistencia de su quehacer diario, pero sobre todas las cosas hay que quedarse con la hechura de un caballero y un señor cabal.
No es normal la política ni se define por su sentido común, pero a quienes somos espectadores les suena cuando menos raro que estés con buena cara con unos y, a la misma vez, llamando a otros para traicionar a los primeros. Jaén Merece Más, por el bien supremo de Jaén, ya lo sabemos y les honraba, estarán con quien más beneficio aporte a la ciudad. Lo que ocurre es que firmar con el PP en junio y en febrero querer abrazar al PSOE suena a inconsistencia política, a no saber lo que se quiere.
Víctor Hugo, poeta y novelista francés: “La primera igualdad es la equidad”.
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