Una despedida con buen sabor

    30 abr 2024 / 09:27 H.
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    Hoy terminan los actos programados en honor de la Virgen de la Cabeza con una misa de acción de gracias y un acto de despedida de la Cofradía Matriz. Andújar dice adiós, de esta manera, a la festividad más señalada en el calendario anual, tanto en el andujareño como en el jiennense en general, porque no hay romería más grande, en todos los sentidos, que la que se celebra en Sierra Morena. Ocho años de historia sirven para poder presumir de una festividad que, un año más, fue espléndida, aunque siempre hay que lamentar alguna desgracia, como la muerte por causas naturales de un hombre en el interior del Poblado. La lluvia acompañó a los peregrinos en un sábado que hizo algo más complicado el camino, pero quienes estuvieron allí saben que no fue obstáculo para el reencuentro con sus seres queridos, la convivencia entre amigos y una jornada para enmarcar en el álbum de los recuerdos un año más. Fue, precisamente, la inestabilidad meteorológica lo que obligó a trasladar la misa al interior de la Basílica Santuario, donde se vivieron momentos únicos mientras, en la calle, medio millón de personas esperaba el reencuentro con la Rosa de Oro. La devoción es lo que diferencia esta romería de otras muchas de las que se celebran en España, heredada de generación en generación, arraigada en el territorio sin que, además, el paso del tiempo introduzca cambios que puedan romper su idiosincrasia. Esa es la grandeza de todo cuanto se celebra en honor de La Morenita. Si hubo fallos, que los habrá, deben servir para aprender y corregir, porque cada año tiene que ser mejor, independientemente de quien esté al frente.

    Editorial