Semana Santa con lluvia

No se recuerda una Semana Santa tan lluviosa como la que estamos viviendo este año. Excepto el Domingo de Ramos, las procesiones se viven en el interior de los templos con oraciones hacia las sagradas imágenes titulares de las cofradías que dan vida a la fiesta de la Pasión. Los pronósticos apuntaban mal tiempo en los primeros días y, aunque cambian por momentos, lo cierto es que hay visos de continuidad, con respiros como los que se esperan esta tarde, que quizás conviertan el Jueves Santo en una excepcionalidad. La provincia de Jaén vive prácticamente del campo, por lo que hay que dar las gracias por unas precipitaciones que se empiezan a notar en los pantanos, que hacen brotar ríos que estaban dormidos y convierten el amarillo en verde en ese recorrido por una tierra rica en espacios naturales. La cara amarga se vive, sin embargo, en las iglesias, donde los cofrades, después de todo un año de trabajo, ven frustradas sus aspiraciones de ver sus históricas y novedosas tallas en las calles. También en sectores como la restauración y el turismo, con importantes recortes en las expectativas que tenían en una de las festividades más interesantes para el turismo de interior. Todavía quedan unas cuantas jornadas para disfrutar de la Semana Santa en todo su esplendor y aprovechar para recorrer la provincia con el fin de conocer tradiciones que merece la pena descubrir. No hay que viajar lejos para encontrar experiencias únicas en ese turismo de sensaciones tan de moda en el que la gastronomía juega un papel primordial, un cóctel perfecto en la tierra del mar de olivos, con cinco estrellas Michelin, unos cuantos soles y mucha calidad.