Los retos de los agricultores

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha pedido en Bruselas una rápida aprobación de la relajación de los requisitos medioambientales que se deben cumplir para acceder a ayudas de la Política Agraria Común (PAC) que propuso la Comisión Europea el pasado 15 de marzo y que incluye la exención de controles y sanciones para las pequeñas explotaciones agrarias, de menos de 10 hectáreas, para aliviar aún más la carga administrativa del campo, que son la mayoría en la provincia de Jaén. El objetivo es culminar el trámite legislativo después de que el Comité Especial de Agricultura se reuniera de forma previa al encuentro de ministros europeos del ramo que se celebra en Bruselas y en el que quedó ratificado el apoyo de los Veintisiete por mayoría cualificada, con repartos exclusivamente por parte de Alemania. La flexibilización de las medidas es el principal motivo que llevó a los agricultores a la calle, por lo que es de recibo que las propuestas se hagan efectivas para ganar en competitividad. ¿Cómo es posible? Con la rebaja de módulos y cuestiones de fiscalidad que, en este momento, son un verdadero obstáculo. La situación del campo, no solo en la provincia, sino en el resto de Andalucía, España y Europa es insostenible, de tal forma que, para mantener la calidad de la producción ligada a la sostenibilidad, es clave un proceso de adaptación en el que haya ayuda para los que menos tienen que, en realidad, son los que fijan a la población al territorio. Es el único camino de soportar los altos costes, unido a unos precios razonables que encuentren el equilibrio entre los intereses de los productores y los consumidores. Hay margen de maniobra aún.