Uno de los proyectos clave del mandato de Nicolás Ruiz como rector de la Universidad de Jaén es el que presentó ayer en el edificio de la vieja Escuela de Magisterio y que supondrá el primer paso para la creación de una especie de tercer campus en la tierra del mar de olivos. Ese es el objetivo, hacer provincia bajo el marchamo de calidad que ofrece uno de los organismos mejor y más valorados por los ciudadanos. Se trata del primer Plan de Impulso al Desarrollo Territorial, con la mirada puesta en los municipios, el tejido empresarial y las iniciativas estratégicas. De esta forma, la institución académica busca convertirse en protagonista del avance y la mejora de un territorio con demasiadas asignaturas pendientes con todos los instrumentos que tiene al alcance de su mano, fundamentalmente el conocimiento que emana de los campus de la capital y de Linares, un valor añadido del que pueden presumir los jiennenses y, además, aprovecharlo al máximo en un momento de inflexión marcado por la construcción del Centro Tecnológico de Desarrollo y Experimentación (Cetedex) del Ministerio de Defensa. Retornar a la sociedad la inversión que realizan sus vecinos es de justicia social y, en este sentido, el ambicioso proyecto anunciado por el rector no se puede quedar en meros titulares en los medios de comunicación en forma de declaración de buenas intenciones, sino que se tiene que materializar con la rigurosidad y la disciplina de un centro como es la Universidad. Ni que decir tiene que las administraciones públicas están llamadas a arrimar el hombro con el nacimiento de sinergias que lleven a impulsar proyectos de interés común. La presencia universitaria en los 97 pueblos y ciudades jiennenses, de forma puntual o permanente, tiene que ser como el pan nuestro de cada día, así como el establecimiento de vínculos directos con el tejido empresarial y los agentes sociales del territorio. Ese es el camino marcado para idear planes revolucionarios que ayuden al progreso.
