La esperanza de la lluvia

    03 abr 2024 / 09:00 H.
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    La situación de los embalses nada tiene que ver con la que tanto preocupaba hace un mes ni tampoco con la que había el año pasado por estas fechas. En pocos días han pasado de tener una media del 20% a superar el 45% en la provincia de Jaén, cifras parecidas al resto de Andalucía. La Semana Santa fue pasada por agua, un mal trago para las cofradías que, sin embargo, ahora ven con buenos ojos unas precipitaciones que hacían demasiada falta en toda España y que rebajan un problema, cada vez más inquietante, derivado del cambio climático. La Junta de Andalucía había puesto sobre la mesa, con vistas al verano, la posibilidad de traer agua con barcos a la comunidad andaluza y, aunque no hay que lanzar las campanas al vuelo, lo cierto es que el alivio es una evidencia. El sector del campo está de enhorabuena y, en la provincia de Jaén, los olivareros miran con esperanza la próxima cosecha de aceituna después de dos temporadas con datos por los suelos. La cara amarga está en el sector de la hostelería y el turismo en general, aunque también está la particularidad de que, en las zonas de interior, no cabía un alfiler durante los principales días de descanso, entre el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección. Ni que decir tiene que, en el caso jiennense, el agua ha servido también como recurso turístico, ya que han sido muchos los jiennenses y los visitantes que se han acercado hasta lugares con saltos naturales para disfrutar de verdaderos espectáculos. La gastronomía ha jugado, en este sentido, un papel esencial, aunque las terrazas no se pudieron utilizar como los empresarios tenían previsto. Hay que poner siempre buena cara al mal tiempo y extraer lo positivo, que es mucho, gracias a la lluvia.

    Editorial