Golpe de efecto en España

    27 abr 2024 / 09:27 H.
    Ver comentarios

    El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abre un periodo de reflexión sobre su continuidad en un cargo que, en los últimos tiempos, tiene más espinas que rosas. La judicialización de la política tiene inmerso al país en un proceso constante de crispación, en el que el problema ya no está en el color o en el signo, sino en el ambiente que se prodiga y que contribuye al desapego ciudadano a las instituciones públicas. La situación que vive España en este momento no tiene precedentes y, aunque se desconoce cuál será el desenlace final, todo hace indicar que la decisión marcará un antes y un después. El cambio brusco de guion hace que el socialismo nacional, con algún verso suelto, salga en tromba a defender a un líder que antes no lo era tanto, con rogativas incluidas para que no dimita, a pocos días de la apertura de diligencias penales contra su esposa, Begoña Gómez, por supuesto tráfico de influencias. El presidente anunció este paréntesis en una carta dirigida a la opinión pública en la que denunció que se ve sometido a un acoso permanente, una campaña contra la que da un golpe de efecto que, a todas luces, tendrá sus consecuencias, por lo que, en un momento coyuntural como este, todos los representantes políticos están obligados a tener altura de miras y pensar en el presente y el futuro del ciudadano de a pie. La trayectoria política de Pedro Sánchez se ha caracterizado, desde que llegó al poder, por su capacidad de resistir a los peores contratiempos. Sin embargo, da la impresión de que este último giro en su carrera se debe más a un impulso emocional que a un movimiento pensado. Su reflexión, eso sí, debería servir para abrir el debate sobre hasta dónde debe llegar la política.

    Editorial