Odio y violencia

    21 abr 2024 / 09:44 H.
    Ver comentarios

    Odio y violencia son palabras que, por desgracia, están formando parte habitual del vocabulario verbal o escrito. El odio es un sentimiento intenso, una fuerte repulsa hacia algo o alguien, fenómeno, idea o situación que sobrepasa el simple desacuerdo, aversión o antipatía. Y cuando el odio se desborda da paso a la violencia. Esto lo estamos comprobando en la vida real, basta echar un vistazo a nuestro alrededor y extender la onda hasta la situación mundial: violencia y guerra. Es un panorama desolador capaz de crear un ambiente de pesimismo. Desde un punto de vista de la razón bien ordenada el odio no es justificable. Lo que sí es justificable es la paz; pero la paz es mucho más que la ausencia de violencia. La paz, sosiego y buena correspondencia de unos con otros, de manera particular en las familias, en contraposición a las disensiones, riñas y pleitos. Sí, ciertamente, pero este ámbito es como muy restringido. Me atrae más otra acepción del diccionario: Virtud que pone en el ánimo tranquilidad y sosiego, opuestos a la turbación y las pasiones. Y es que aquí se profundiza mucho más y se convierte en una definición más trascendente y responsable a nivel personal. Porque son las personas, en lo más profundo de su ser, las que generan esos sentimientos violentos. Por eso, si queremos paz en la familia, en la sociedad, en el mundo, es preciso examinar primeramente nuestro interior, nuestros sentimientos y comprender, esta es una palabra clave: comprensión. Convertir esa aversión hacia personas, ideologías, organizaciones, etc. en actitud comprensiva, que no quiere decir en aceptación o sumisión, sino, muy por el contrario, en transformar el sentimiento de odio en una disposición de respeto.

    JUAN ANTONIO NARVÁEZ SÁNCHEZ / ÚBEDA

    A quien corresponda

    Quiero llamar la atención, aprovechando la oportunidad que me ofrece Diario JAÉN, para expresar mi malestar del estado deplorable y tercermundista en el que se encuentra este tramo, creo que no más de 300 metros de la carretera de salida de Jaén hacia Córdoba, desde el desvío a la altura de La Imora hasta pasado la urbanización Valdeastillas. Desconozco a quien corresponde su arreglo, si al Gobierno central, a la Diputación, a la Junta de Andalucía o al Ayuntamiento. Sea como fuere, es lamentable el estado en el que se encuentra ese tramo. Yo, que paso por él todos los días, noto como, además de los desagradables que son los continuos e interminables baches, los neumáticos del coche se resienten y se deterioran. Por favor, un poquito de compresión, si es que la tienen, para que los miles de vehículos y usuarios que pasan por ahí cada día puedan disfrutar de unos metros de bienestar de un trayecto insignificante, pero molesto. Espero, que un día no muy lejano, en este mismo lugar, pueda comunicar que todo está en perfectas condiciones y se han hecho realidad los deseos de infinidad de conductores. ¿Será posible?

    SERAFÍN CAZALLA / JAÉN

    Hay que creer

    El cambio de entrenador en Linares Deportivo era necesario, pero creo que ha sido tardío. A falta de seis partidos para que finalice la temporada, considero que es una papeleta complicada para Romerito. No obstante, se han obrado milagros futbolísticos con menos margen del que tiene el técnico sevillano.

    FERNANDO BUENO / LINARES

    Cartas de los Lectores