El hediondo albañal de la política

    24 mar 2024 / 09:30 H.
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    Sí, finalmente el PP lo logró. Ahora no vale escandalizarse como hacen muchos. Lo vengo advirtiendo desde hace años: las medias tintas ni valen, ni valían. Repartir por igual, tampoco. El Partido Popular fue el que comenzó a hacer del debate político un estercolero con su rencor, insultos, verdades a medias, burdas mentiras, falta de respeto a contrarios y ciudadanos, y solo para buscar la desafección de los españoles. Y sí, muchos medios son culpables por su calculada equidistancia informando de la bronca de “algunos políticos”. No, había que haberlos señalado nítidamente para reprochar sus actos. Ahora, cuando la izquierda incesantemente injuriada decide bajar al lodazal —puesto que el Partido Popular al actuar así incomprensiblemente resulta premiado en las urnas—, muchos se echan las manos a la cabeza. ¡Venga ya!

    MIGUEL FERNÁNDEZ-PALACIOS GORDON / MADRID

    Semana Santa en la provincia de Jaén

    Semana Santa: tiempo de alegría, tiempo de arrepentimiento, tiempo de penitencia. Puede parecer un tanto herético hablar de alegría en Semana Santa, pero no. Es tiempo de alegría porque la pasión y muerte de Jesucristo nos trajo la salvación, que es la plenitud de la verdadera alegría y por eso vale la pena acompañar, compadecer con Jesucristo en sus sufrimientos, porque ello conlleva participar de su amor. Y este amor ha de ser compartido y recíproco: él, con alegría y amor, muere por nosotros, por nuestra salvación. Nosotros, con alegría y amor nos unimos a él poniendo, también en la cruz, las vicisitudes de nuestra vida. Jesucristo derramó su sangre, hasta la última gota; nosotros, muchas veces a regañadientes, nos resignamos con nuestros padecimientos e incluso contradicciones: nos falta añadir amor y entrega a esas pruebas que Dios, en su providencia, nos otorga. Excelente y extraordinaria es la oportunidad que se nos presenta en estos días para rectificar nuestros sentimientos mirando a Cristo, anonadado de amor, muerto en la cruz, con los brazos abiertos como símbolo de la entrañable, pero universal, entrega por la humanidad entera redimida.

    JUAN ANTONIO NARVÁEZ SÁNCHEZ / Úbeda

    Por qué sobrevive el papado

    Como otras organizaciones religiosas, incluso más antiguas, “la barca de san Pedro” sigue aún flotando, a pesar de grandes tempestades. La razón de la pervivencia de toda esa flotilla de religiones es, en el fondo, muy sencilla. Porque, como decía Talleyrand: “Con las bayonetas se pueden hacer muchas cosas, menos sentarse encima”. En efecto: la fuerza bruta consigue muchas veces reinar, pero para sostenerse debe justificarse como procedente de un poder invencible, sobrenatural, divino, eterno, que premiará a los obedientes... en otra vida. Y lo ideal es que eso lo predique una organización separada, sagrada, que incluso a veces parezca criticar al que gobierna de verdad. Da así esperanza a los oprimidos de vengarse, enviando al infierno a los opresores... en la otra vida, (“¡Ay de vosotros, los ricos!”) mientras que los hoy oprimidos gozarán para siempre del reino... de los cielos.

    JAUME MIT PAU / BARCELONA

    Cartas de los Lectores