Que el bien prevalezca

    28 mar 2024 / 09:50 H.
    Ver comentarios

    Recientemente se ha publicado en distintos medios de comunicación un vídeo en el que un grupo de sacerdotes, durante una tertulia, compartiera su propósito de “rezar por el Papa para que pueda ir al Cielo cuanto antes”. El revuelo mediático no estuvo exento de duras críticas y con razón, pues como cristiano creo que no hace falte dar demasiadas explicaciones ante semejantes comentarios que por sí solos se descalifican. Hace unos días me hicieron llegar un escrito de un grupo de internos del Centro Penitenciario de Jaén en el que, tras conocer la publicación de este vídeo y sentirse desconcertados, no dudan en mostrar su apoyo al Papa Francisco “por la gran labor que hace en la tierra”. La carta no tiene desperdicio, escrita con sencillez expresan claramente el deseo de que el “bien siempre prevalezca”. Estamos, por un lado, ante un grupo de hombres que gozan de libertad y que libremente desean algo contra natura, algo que nada tiene que ver con los valores del Evangelio; y, por otro lado, ante otro grupo de hombres que, privados de libertad, pero también libremente, desean algo bueno, algo que sí tiene que ver con los valores que Jesús nos transmitió con su vida. Lejos de entrar en más polémica ni generar más controversia, que ningún beneficio nos puede aportar, pues insisto en que los comentarios se descalifican por sí solos, sí que quiero resaltar la reacción de estos internos de la prisión de Jaén que, ante su incomprensión por un deseo de maldad, no dudan en defender la bondad de su “líder” que les guía por el camino del bien. Me quedo con la sabiduría de este grupo de privados de libertad capaces de reconocer a quien les desea el bien, no solo para ellos, sino para todos; me quedo con la sinceridad de este grupo de internos que le expresan su fidelidad al Papa para destruir al mal; y me quedo con este reconocimiento de amor e igualdad ante los ojos de Dios. Este escrito es toda una lección de reconocimiento y deseo de bondad. Ojalá sepamos captar los mensajes de estas personas sencillas que, aún privadas de libertad, saben lo que está bien y lo que está mal.

    Articulistas