Las bolas de Navidad

Dicen los “Fashions” que las bolas de Navidad son el pilar de la decoración en estas fiestas invernales, pero creo que son algo más. Antes que nada, quiero felicitar a los agraciados con la lotería de Navidad, congratularles por que han tenido la fortuna de que esas otras bolas de Navidad, las del bombo, les han sido propicias. España es un país riquísimo, en tantas y tantas vertientes, pero me centraré en un trocito de su historia. La de Carlos III. Gracias a este monarca del siglo XVIII tenemos el sorteo de la lotería de Navidad. Y a su esposa le debemos el uso en España del belén napolitano. Así, tal cual. Ilustrado, visionario, equilibrado, inteligente, nada histriónico y muy cabal. Un rey como tiene que ser. En el primer sorteo de su historia, no hubo bombos metálicos, y las bolas con los números impresos estaban hechas con cédulas de papel, hasta que en 1813 pasaron a ser de madera. Las bolas dan muchas vueltas, quizás por su redondez, tal vez por ese pequeño no determinismo que nos queda como entes para elegir, que es el libre albedrío. Pero como todo tiene aristas, menos una esfera, les deseo sean bolas de Navidad, se renueven cuando les falle algún 7, y disfruten rodando con felicidad su vida.