Jaén, ciudad limpia

Para desgracia y deshonra de los ciudadanos jiennenses, han sido muchos los años que hemos padecido calles sucias en nuestra ciudad. Principalmente, por una deficiente educación cívica de ciertos ciudadanos que, sin la menor solidaridad hacia el resto, no se sonrojaban al dejar sobre la vía pública lo excrementos de sus adorados perros, o de aquellos otros que no dudaban en dejar abandonados en la calle los restos de aquello que hubieran ingerido sobre la marcha, como latas, botellas de plástico, colillas, vasos, envoltorios y otras cosas varias. Hoy en día, no es que esas actitudes hayan desaparecido por completo, pero se me antoja que han disminuido y que las aceras no se muestran ya tan sucias. Quiero pensar que la educación está surtiendo efecto en todos nosotros. Pero, además, nunca como hasta ahora he sido testigo de la buena gestión de limpieza que se está llevando a cabo en nuestra ciudad. Y es que a las 7 de la mañana de todos los días, al menos los laborales, un camión se encuentra aparcado en la avenida de Madrid, a la altura del Parque, limpiando los abundantes excrementos que se encuentran en la acera, de las numerosas aves que duermen en los árboles de la margen derecha ascendente. O es muy frecuente ver pasar por las aceras los camiones que las enjabonan y cepillan. Es evidente que la Administración local también se ha puesto las pilas trabajando en mantener la ciudad limpia y adornada. Sé que nos queda mucho camino aun por recorrer, y que no podemos cejar en nuestro empeño por trabajar en mejorar la imagen de nuestra ciudad, pero lejos han quedado, aquellos otros años, allá por 2007 y sucesivos, en los que la OCU colocó a Jaén, como la ciudad más sucia de España. Mucho tiempo después, esa misma organización ha subido a Jaén dieciocho puntos en la clasificación. Por detrás de nosotros, en 2023, se encuentran ciudades como Barcelona, Madrid, Málaga, o Almería. Este es el camino que debemos seguir, si queremos hacer de Jaén una ciudad agradable, bonita y apetecible para ser visitada y crecer turísticamente, y con ello, publicitar y engrandecer nuestra hostelería, y nuestros comercios, con el consiguiente beneficio que semejante crecimiento redunda en toda la ciudadanía.