El Viernes Santo llora

    30 mar 2024 / 09:48 H.
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    Cuando la Torre del Concejo haga sonar las siete de la tarde, su templo abrirá mirando con lágrimas al cielo, como lo hará nuestra Dolorosa que quiere salir a bendecir a su pueblo, junto al Calvario y Sepulcro de su hijo. La Virgen de los Dolores más antigua de Jaén, con cinco siglos de sufrimiento que sobrevivió tras una Guerra Civil y la terrible persecución religiosa, oculta gracias a Juan Torres “Juanito el practicante”, en su origen tenía las manos cruzadas y lucía arrodillada en un almohadón y fue la primera en procesionar bajo palio. El rostro de Virgen más expresivo del dolor, con los ojos morados de llorar, pálida, y la boca entreabierta como guardando un grito de lamento se venera en la Iglesia Parroquial de San Juan y San Pedro, curiosa casualidad que siendo San Pedro el poseedor de tantas llaves del cielo, no haya podido cerrar la llave de paso de la lluvia y dejar a la Madre lucirse con esa forma de procesionar de paso lento, silencioso, cálido, que abriga el alma con solo mirarla. Sea como sea Madre mía, Virgen de los Dolores, yo me quedo llorando contigo en mi barrio, recordando que aún sin ser Viernes Santo tú siempre nos esperas amorosa en tu iglesia.

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