Dibujos imaginarios

Otro lienzo en blanco que pintar. Así vamos poco a poco completando lo que será el gran mural de nuestra vida. Lo que dibujemos en él dependerá básica y exclusivamente de nuestro crecimiento personal. Porque lo que sí voy descubriendo a lo largo del paso del tiempo es que las metas no se alcanzan con el primer rayo de sol, por mucho que nos levantemos temprano, el amanecer tiene su propio ritmo biológico, una semilla necesita luz para germinar, si no es del sol dependerá de una bombilla para que pueda seguir creciendo. La única constante es el cambio, adaptarte a las circunstancias es la llave maestra que desbloquea la puerta de cada escenario inesperado. Aprender a bailar se vuelve esencial si quieres disfrutar y seguir haciéndolo divertido, si es con alguien mucho mejor aún. Un barco no se hunde por el agua que tiene a su alrededor, sino por el agua que deja pasar en su interior, y si quieres que esto no ocurra has de revisar cada una de las fugas que encuentres para poder repararlas y mantenerlo a flote. Trata de hacerte con una buena paleta de colores y texturas que permitan crear una armonía entre las luces y las sombras para convertir ese lienzo en una gran obra de arte.