Capitalistas agrarios

Hay que ver lo que cambian las cosas, si en tiempos no muy lejanos eran los sindicatos de los trabajadores del campo y partidos políticos obreros quienes sacaban a los jornaleros por las calles a pedir pan, trabajo digno y libertad; hoy son las asociaciones agrícolas quienes llevan semanas con sus tractores manifestándose en rotondas, avenidas y ministerios reclamando atención a sus reivindicaciones. De las alpargatas y la azada al tractor han cambiado también los motivos que los hacía fuertes y el eslogan que los unía en su lucha: si antes gritaban aquello de “la tierra para quien la trabaja”, hoy gritan “Sánchez dimisión”. Entiendo que estén hartos de la política especulativa de los precios, de los tratados de libre comercio y de que más de un millón de fincas agrarias estén en manos de empresas de alimentación, terratenientes y fondos de inversión que por su volumen acaparan el grueso de las ayudas europeas al sector agrario español. No les faltan razones, pero se equivocan si creen que un cambio de gobierno mejoraría su vida, porque así es como funciona el sistema capitalista al que ellos también representan y del que además no son los únicos perjudicados.