Bendiciones

Si tienes una mascota puedes llevarlo el 17 de enero a que San Antón te haga su bendición. Aunque si tienes un amigo del colectivo Lgtbi+ también puedes llevarlo. Porque ahora el Vaticano dice que pueden bendecir las uniones homosexuales. Aunque han dejado claro que dicha bendición santa no se trata de un “visto bueno a estas formas de vida irregulares” y que no deben ser “litúrgicas ni ritualizadas” durando, como máximo, entre 10 y 15 segundos, según la Congregación para la Doctrina de la Fe. Aunque lo intenten disimular, ésta es una nueva e intolerable forma de exclusión, que pretende pasar como antidiscriminatoria, cuando en realidad es una medida apartheid que sigue sosteniendo privilegios para heterosexuales. Esta sociedad no necesita de la Iglesia su perdón, ni su bendición; para que nuestra sociedad prospere lo que realmente se necesita es que continúe la pérdida de la religiosidad, de cultura religiosa y su trasvase a la educación pública. Como apuntan los últimos datos, España ha perdido más de un millón de jóvenes religiosos en los últimos años y la tendencia sigue a la baja. Entiendo estos giros in extremis de las cuatro modernas del Vaticano, para intentar frenar esa incesante brecha. Pero recuerda que eres autosuficiente; quiérete mucho y no necesitas la falsa bendición de nadie. Ni tu perro tampoco.