¿Bajarán los tipos de interés?

    20 feb 2024 / 10:28 H.
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    El 16 de marzo de 2022 la Reserva Federal de Estados Unidos procedió a la primera subida de los tipos de interés del dólar en muchos años, respondiendo a los repuntes inflacionistas provocados principalmente por la invasión rusa de Ucrania en febrero. En la Unión Europea fue el 22 de julio de ese mismo año cuando el euro comenzó su escalada de tipos tras haber permanecido en el 0 por 100 desde marzo de 2016. La inflación durante todo este tiempo se ha mantenido muy por encima de los objetivos de estabilidad —subida máxima del IPC del 2 por 100— que persiguen tanto la Reserva Federal como el Banco Central Europeo. Consecuentemente, los tipos de interés han seguido una senda alcista hasta situarse en el 5,5 por 100 en USA en julio de 2023 y en el 4,5 el euro en su última subida durante el pasado septiembre. Tras haber alcanzado estas cotas máximas, llevamos unos meses en que las autoridades monetarias de ambos lados del Atlántico han optado por mantener inalterados los tipos existentes. La pregunta que se hacen los mercados y que nos planteamos los ciudadanos es sobre cuándo empezaremos a ver bajar el precio oficial del dinero que fijan los bancos centrales y, con ello, los tipos de interés de los créditos para la financiación empresarial, así como el euríbor que lleva ya dos años encareciendo nuestras hipotecas.

    Ya ha quedado señalado que el objetivo principal de la política monetaria que instrumentan los bancos centrales —USA y Eurozona— es la estabilidad de precios; ahora bien, existen otros relacionados, tales como la estabilidad financiera, la fluidez del crédito y el crecimiento económico. El dilema de la autoridad monetaria es que para luchar contra la inflación tiene que poner en marcha políticas monetarias restrictivas —subidas de tipos de interés—, pero las mismas provocan la ralentización del crecimiento económico e, incluso, la recesión (evolución negativa del PIB). ¿Cuál es la situación actual? En USA la inflación ha caído por debajo del 3 por 100 por primera vez desde 2021, ciertamente por encima del 2 por 100 perseguido, aunque a niveles más moderados que en el inmediato pasado. Por su parte, la economía marcha razonablemente bien, puesto que el PIB creció un 2,5 por 100 en 2023. Con estos datos en la mano, ya empiezan a alzarse voces que propugnan una inminente desescalada de tipos que, sin alimentar la inflación, garantice un crecimiento económico de mayor fortaleza que el hasta ahora experimentado.

    En un mundo globalizado como el actual, lo que ocurra en USA condiciona los caminos por los que transcurre la economía europea. Según las previsiones de la OCDE para 2024, el PIB crecerá en USA un 2,1 por 100, mientras que en la Zona Euro quedará en el 0,6 de media, siendo del 0,7 en Italia; 0,6 en Francia y en Alemania apenas alcanzará el 0,3 por 100. España, un ejercicio más, se sitúa como el país de la UE —entre los grandes— que más crecerá durante el año en curso (1,5 por 100). Por consiguiente, el débil crecimiento de la mayor parte de los países de la UE aconsejan políticas más expansivas; no obstante, ello deberá condicionarse a la evolución del IPC. Pues bien, en noviembre la inflación se situó en el 2,4 por 100 en el conjunto de los países del euro, aunque en diciembre escaló hasta el 2,9 (2,8 en enero). Igual que ocurre en USA, la evolución de los precios aún no está totalmente controlada, aunque goza de tasas mucho más moderadas que durante estos últimos años.

    Concluyendo, en USA la economía crece más que en la UE y la inflación se reduce; en Europa la evolución del PIB es débil en los principales países y la inflación también se mueve en tasas más moderadas. Consecuentemente, ha llegado el momento de empezar a vislumbrar la reducción del precio del dinero y del euríbor, siempre mirando por el “retrovisor” la marcha de la inflación. En USA las apuestas apuntan a marzo, mayo o junio como las fechas posibles para que comiencen las bajadas de tipos. Con el euro pasará lo mismo, siendo en abril el comienzo más probable para iniciar una reducción que podría dejarlos en el 3,5 por 100 a final de año. Veremos.

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