Andalucía ha cambiado

29 dic 2023 / 09:52 H.
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La catetez nunca se acaba, porque llegarán nuevos dirigentes, nuevos consejeros y nuevos presidentes, generación tras generación, que la superarán. Su precursor, Manuel Fraga Iribarne, el ministro franquista de Información y Turismo que ideó la campaña “Spain is different!” en los años sesenta, mostró una imagen de España palurda al mundo, una España bárbara y anclada en la ignorancia, y continuando ese modelo ahora en Andalucía nos ponemos la boina a rosca para presumir de ser los que más rebuznan. No olvidemos que la publicidad se presenta como uno de los grandes negocios contemporáneos, y que nada es casualidad en el mundo de la mercadotecnia. De hecho, para empezar, la Junta de Andalucía ha invertido 38 millones de euros en una campaña internacional con Tyrion Lannister como protagonista. Todos recordarán, claro, al actor de Juego de Tronos. La promoción, narrada por el actor Peter Dinklage, posee como lema “Andalucía te rompe” y gira en torno al impacto que el patrimonio de la comunidad autónoma causa entre sus visitantes. Una vez más se trata de los mismos tópicos de siempre, tan manidos y tan gastados que da vergüenza ajena ver la cuña comercial. Volvemos a los pícaros de Marbella que no pagan ni la luz, como en la canción de Los Chichos, pensando que se encuentran en la cumbre de toda buena fortuna, y a las mafias rusas o británicas campando a sus anchas... Andalucía se sumirá aún más en el furgón de cola no solo de España, sino de Europa, porque a esos señoritos revividos —con el chauvinismo barato del PP— les interesa que las cosas sigan así. Eso es lo verdaderamente importante. Si durante algunas décadas de gobiernos socialistas se pretendió huir de esos clichés, ahora volvemos al empacho de capillitas y cofradías, a los poetas que nos visitaron, a la Semana Santa y a las vírgenes dolorosas... Habrá quien diga que está bien, pero yo tengo claro que esta tierra se merece otra cosa, y con nitidez se aprecia que ahí permaneceremos, asfixiados en nuestra propia mierda de identidad chabacana, regionalismo de baja categoría, esa Andalucía de charanga y pandereta, cerrado y sacristía, devota de Jesulín de Ubrique y de Lola Flores... esa Andalucía hiperbólica y del donaire que exhibe a sus personajes extraídos de concursos folklóricos y que nos dejan en ridículo allá por donde van. Además, algo queda nítido, tras ver la campaña promocional, y sobre todo tras estos últimos meses en que nos han bombardeado con todo tipo de báneres y anuncios, y es que Juan Manuel Moreno Bonilla se ha cubierto de gloria. Quiero decir que sabe cómo funciona esto, y que sus asesores manean bien el asunto. Apuesto lo que sea a que le saldrá bien la jugada, como le viene saliendo en este lustro precedente, porque nadie como la derecha para gestionar el tema de la propaganda. En medio de esta desolación cultural, de este páramo de estos años en que nunca se ha caído tan bajo en inversiones y actividades, en que los dineros se destinan simplemente a publicidad, para dárselas de hacer algo, cuando en realidad no hacen nada, sin embargo la gente pensará que todo funciona de perlas y que el panorama ha cambiado. Decía Ortega y Gasset que Andalucía no necesita imponerse porque posee una cultura radicalmente suya. Así que más bien el lema evidencia que Andalucía se rompe, es decir, la han roto. Todo ha cambiado, sí, pero a peor.

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