Serafín Pérez, la memoria de un guarda

Nueva entrega de la sección web ‘Mis personajes favoritos’, de Juan Espejo, director de Diario JAÉN, con Serafín Pérez Soria, memoria viva de La Cabrilla y de Almicerán

29 dic 2023 / 00:35 H.

Vive con una salud de hierro camino del siglo de vida, pronto cumplirá los 92 años, siempre apegado a la tierra, a la Sierra de Cazorla concretamente. Nació y se crió en la Nava de San Pedro, con un hato de ovejas y cabras, junto a sus padres y hermano, y cuando se casó construyó con sus manos una casa para la familia en la aldea de Almicerán. Serafín Pérez Soria ha sido toda su vida laboral guarda forestal; por sus manos pasó la repoblación de pinos que ahora son el pulmón verde de toda Andalucía. Amigo personal del archiconocido ingeniero Enrique Mackay, Serafín está en La Cabrilla Baja desde 1956, montaña que conoce como la palma de su mano pese a sus miles de hectáreas. Es el protagonista de la nueva entrega de la sección web ‘Mis personajes favoritos’ de Juan Espejo, Director de Diario JAÉN, retratos al natural del paisanaje más auténtico de la provincia, en cuya memoria se archiva la reciente historia de Jaén desperdigada por pueblos y aldeas.

Serafín aún recuerda la sarna de 1988, donde murieron “el 95 por ciento de las cabras monteses” del coto nacional y de la Sierra y para él, los más bonitos lugares son La Cabrilla ( 2.107 metros de altitud, el techo de la provincia de Jaén) el Calar de Juana o el nacimiento del Guadalentín. Viudo, con dos hijos y un nieto, Francisco, Fran, que es su pasión, cuenta los días en que no tiene clase para enseñarle la sierra y el bosque, los ríos y los arroyos, también la Virgen de El Cañuelo, cobijada en un chaparro que partió un rayo y que ya es romería señera cada agosto en Almicerán, Pozo Alcón y alrededores. “Es lo peor que hay encima la tierra para mí, hay un incendio y me pongo malo, es peor que la enfermedad”, asegura Serafín, el “padre” de dos millones de pinos de las plantaciones de los años 80.