Una iniciativa empresarial salva un templo ubetense del siglo XV

La ermita Madre de Dios del Campo se convertirá en un complejo hostelero

08 oct 2019 / 16:28 H.

En estos tiempos frenéticos y prisioneros del utilitarismo extremo, la tarea de conservación del patrimonio histórico se hace, cuando menos, ardua. Comoquiera que algunas de las construcciones que forman parte del acervo arquitectónico de los municipios jiennenses perdieron su habitual uso hace demasiado tiempo, el paso de los años y el olvido han contribuido a su deterioro acelerado y a que corran el riesgo de desaparecer. Por eso es necesario tirar de nuevas ideas para mantener vivo el bello reflejo de nuestra historia. Eso es, de hecho, lo que hicieron los responsables de la promotora Ermita Madre de Dios, S. L. cuando, en 2014, empezaron a gestar un proyecto de negocio hostelero con el que, además, se pretendía evitar que se perdiera una ermita homónima erigida en el siglo XV a las afueras de Úbeda. Esta formaba parte desde 2008 de la Lista Roja del Patrimonio, una iniciativa de la Asociación Hispania Nostra en la que se recogen construcciones españolas en riesgo de desaparición. Cinco años después, los primeros resultados de la puesta en marcha del proyecto ya son una realidad: recientemente la ermita de Madre de Dios del Campo abandonó la Lista Roja.

Fue en el citado 2014 cuando Ermita Madre de Dios, S. L., con Mercedes Caño como responsable, adquirió a otro empresario los en torno a 2.600 metros cuadrados en los que hallaba el templo en ruinas. Desde entonces y hasta hace un año y medio aproximadamente, la promotora adquirió sobre 8.000 metros cuadrados de superficie alrededor de la ermita. Esos cerca de 11.000 metros cuadrados están destinados a convertirse en un complejo hostelero que podrá acoger toda clase de celebraciones y que estará gestionado por la empresa Catering Delicias. Eso sí, respetando las partes de la ermita que se mantienen en pie, como su fachada clasicista.

Después de catorce meses en los que se consiguieron las pertinentes licencias, las obras, que corren a cargo de la constructora Deyplad y que siguen el diseño del arquitecto José Carlos Rodríguez, dieron comienzo el pasado 1 de abril: “La idea es que los trabajos acaben el próximo 30 de marzo y que abramos las puertas en junio”, comentan responsables del proyecto que, además, estiman que, gracias al mismo, podrá crearse cerca de una decena de puestos de trabajo fijos, a los que se sumarán los contratos temporales habituales en la clase de celebraciones que acogerá el complejo.