Un domingo lleno de tristeza

Era el último domingo de abril, el día de la romería más antigua de España, el día más especial de Andújar y todos los devotos a la reina de Sierra de Morena. En definitiva, era el día de la Virgen de la Cabeza, “La Morenita”. Y aunque se sabía desde el pasado mes de marzo que esta jornada sería atípica debido a la cancelación de la fiesta por la expansión de la covid-19, hacía falta que llegase la fecha señalada para asimilar esa estampa desoladora que suponía ver el Cerro del Cabezo en silencio y con la reina de Sierra Morena sin moverse de su camarín del Santuario.

El amanecer ya presagió el transcurrir de esta atípica jornada. Cielos nubosos y una lluvia persistente caía sobre el Santuario de la Virgen de la Cabeza antes de que comenzara la eucaristía oficiada por el obispo de la diócesis jiennense, Amadeo Rodríguez. Una misa a la que solo pudieron asistir el alcalde de Andújar, Francisco Huertas, el presidente de la hermandad matriz de dicha ciudad, Manuel Vázquez —junto a varios integrantes de la corporación—, y los padres trinitarios que custodian el Santuario. Durante la homilía, Rodríguez quiso pedir a la Virgen por el futuro de la sociedad que ahora vive sumergida en este compás de espera del confinamiento, y que probablemente pasará duros momentos de crisis económica: “Te encontrarás, querida Virgen de la Cabeza, mucho dolor, mucho sufrimiento y no sólo por la enfermedad, sino también por las graves consecuencias económicas, sociales y laborales que nos va a traer esta larga interrupción de lo ordinario. Este mundo con muchas luces, pero con un funcionamiento tan insolidario, puede generar, en un próximo futuro, un confinamiento, si cabe más doloroso, el de la exclusión social”, resaltó el obispo jiennense quien añadió: “Al pasar por nuestras casas y al entrar en nuestras vidas pon un impulso de solidaridad, que oriente una respuesta mundial ante la caída que se espera de nuestro sistema económico y social”. Para finalizar su prédica, Rodríguez pidió a todos que cogieran un pañuelo blanco para el final de la celebración.

BENDICIÓN especial. Antes de concluir la celebración, una sorpresa inesperada ha colmado de alegría el corazón de los fieles y devotos. El vicario general de la diócesis, Francisco Juan Martínez, leyó la bendición apostólica que el Papa Francisco envió para impartir a todas aquellas personas que hayan seguido la Eucaristía: “Su Santidad saluda cordialmente a vuestra Excelencia, así a como a todos los que se unen espiritualmente, a través de los medios de comunicación social, a la tradicional romería al Santuario de Nuestra Señora la Virgen de la Cabeza, que este año se vive como una peregrinación interior al Cerro del Cabezo”. El volteo de las campanas del Santuario acompañaba a la lectura de la bendición.

Así culminó un último domingo de abril en el que los romeros pidieron a “La Morenita” salud para superar esta pandemia y por la de los profesionales que luchan día a día salvando vidas, así rogar por las almas de quienes sucumbieron en su lucha.

Por otra parte, la provincia vivió con mucho fervor esta jornada cumpliendo el confinamiento decretado por el Estado de Alarma. Así, en Los Villares decenas de personas salieron a sus balcones para celebrar una romería que tuvo su original templete, con la Virgen, elaborado de manera artesanal. Muy emocionante fue la celebración del adolescente Daniel Pérez Aceituno, quien dio un paseo por el campo en Frailes en su silla de ruedas, a la que tenía enganchada una carroza que evocaba al titular mariana y su característico paso. La devoción hacia la reina de Sierra Morena se mostró más que nunca en un domingo triste.