Tercera fase de recuperación del alfarje de San Lorenzo

Proyecto financiado gracias al patrocinio de la Fundación Caja Rural de Jaén

01 ago 2019 / 11:34 H.

Por tercer año consecutivo la Fundación Caja Rural de Jaén firmó un acuerdo de colaboración con la Fundación Huerta de San Antonio (FHsA) para seguir trabajando en la restauración del templo de San Lorenzo, un espacio recuperado para la cultura, pues a lo largo del año acoge diferentes iniciativas como obras de teatro, conciertos o exposiciones y que hoy por hoy es un recurso turístico más de la ciudad.

Entre las actuaciones llevadas a cabo por la fundación se encuentran la consolidación estructural y de cubiertas a las que han continuado las de excavaciones o apertura de puertas de acceso cegadas.

Gracias al convenio y al trabajo realizado por la empresa de conservación y restauración Conservar Arte, formada por las restauradoras Sara Martín de Andrés y Beatriz Rubio Velasco, desde hace dos años puede contemplarse el esplendor que en otra época el alfarje policromado del sotocoro de San Lorenzo, que recordemos estaba muy deteriorado por el paso del tiempo así como por las humedades sobrevenidas por las malas condiciones que presentaban las cubiertas del templo antes de que la Fundación Huerta de San Antonio firmara el acuerdo de cesión con el Obispado de Jaén, para poder iniciar su rehabilitación.

Es un convenio que se haya enmarcado dentro de las actuaciones que lleva a cabo el área cultural y adscrita al programa de recuperación de bienes culturales que lleva a cabo Caja Rural, cuyo objetivo no es otro que poner en valor y dar a conocer el rico y amplio patrimonio de la provincia, a través del patrocinio de su restauración, como en el caso del alfarje del sotocoro de San Lorenzo, que data del siglo XV, aunque como indicó Sara Martín, en algunas de sus zapatas figure el año 1701.

Durante los trabajos de recuperación la iglesia de San Lorenzo estará “Abierta por obras” de manera que los visitantes puedan ver “in situ” el proceso que seguirán para la rehabilitación de la parte norte del alfarje pues en las dos anteriores se rehabilitó y recuperó la policromía de la parte sur.

En esta tercera fase las restauradoras se centrarán en la conservación de la policromía para que no se pierda. Así se destacó que como la iglesia fue usada como casa durante unos 10 años, piensan que en esta zona se realizaron actividades de cocina o fuego, lo que provocó que una capa de hollín que recubre muchas de las policromías, lo que dificulta el trabajo. Con esta intervención, adelantó Antonio Berlanga, patrono de la fundación, solo quedará una cuarta y última fase para que el alfarje del sotocoro del templo recupere el esplendor de antaño.

Por su parte, el gerente de la Fundación Caja Rural de Jaén, Luis Jesús García-Lomas, subrayó la importancia que tienen este tipo de actuaciones, pues sirven para poner en valor el patrimonio artístico de la provincia jiennense.