Tres arrestos por el expolio masivo de Navas de Tolosa

La Policía Nacional ha echado el guante a tres hombres —dos en Santa Elena y uno en Marbella— como presuntos autores del “expolio masivo”, según fuentes del Cuerpo, de más de 2.000 piezas arqueológicas de la zona en la que tuvo lugar la Batalla de Navas de Tolosa, en 1212 y en el término del citado municipio jiennense, así como en el cercano yacimiento íbero conocido como la Cueva de los Muñecos, en el Parque Natural de Despeñaperros.

Las detenciones han sido posibles gracias a la labor desempeñada por agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (Udev) de la Comisaría de Policía Nacional de Jaén, dentro del marco de la bautizada como “Operación Reina”, centrada en la lucha contra el expolio del patrimonio histórico jiennense. La noticia sobre el expolio que se estaba perpetrando llegó a oídos de estos investigadores a través de diversas fuentes del “mundillo” de la arqueología y el patrimonio histórico tanto andaluz como nacional. Entre los datos aportados por estos informadores se hallaba el supuesto hecho de que los responsables de los robos, que, según el relato policial, tenían lugar desde hacía varios años, eran vecinos de Santa Elena.

Tras iniciar su investigación, los agentes lograron identificar a dos de los presuntos culpables de la expoliación, que, efectivamente, residían en el mencionado municipio. Según pudieron saber los policías, además de hacerse ellos mismos con valiosas piezas arqueológicas, también recibían y compraban otras que conseguían terceras personas. Así, los dos santaeleneros también habrían ejercido, desde que comenzaron los robos en la zona histórica, de intermediarios entre estos últimos y otro individuo, que era el que recibía, finalmente, las piezas. Las pesquisas seguidas por los investigadores les llevaron a concluir que esta persona se encontraba en la ciudad malagueña de Marbella.

Una vez identificados dos de los principales sospechosos, pero aún pendientes de hacer lo propio con el tercero, los agentes sometieron a los vecinos de Santa Elena a una estrecha vigilancia, fruto de la cual lograron identificar también al presunto comprador de todas las piezas expoliadas, que, efectivamente, se trataba de un vecino marbellí. Este se desplazaba desde Marbella hasta Santa Elena de forma periódica para adquirir toda clase de objetos que, supuestamente, trasladaba hasta un castillo de su propiedad que se hallaba en Francia.

Con estos datos en la mano, los investigadores solicitaron a la Autoridad Judicial la entrada y registro en cuatro domicilios de los investigados —tres en Santa Elena y uno en Marbella—. Agentes de la Udev de Jaén, de la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional y de la Comisaría de Marbella hallaron en estos le citada cantidad de piezas robadas, por lo que se procedió al arresto de los tres individuos.