Tarde triunfal sobre el albero

Alberto Lamelas, Escribano y Leonardo Hernández, a hombros tras cortar 6 orejas

16 sep 2019 / 16:40 H.

El domingo 15 de septiembre quizás fue el día que más ha brillado, hasta el momento, en las fiestas de Villacarrillo y no por falta de actividades ni porque la jornada grande del pasado sábado, en honor a los patronos el Cristo de la Vera-Cruz y la Virgen del Rosario, fuera una celebración menor, sino porque el buen tiempo dio una oportunidad para que todos vecinos y visitantes pudieran disfrutar de la celebración. Fue una tarde muy taurina, donde la corrida mixta centró la atención de los aficionados de la provincia, de modo que se cubrió buena parte de la zona de sombra y bastantes localidades de sol. Poco a poco la plaza de Villacarrillo se va ganando el mérito de ser escenario para toros complicados, donde es necesario mucho valor y arte para triunfar.

Este año tocó una corrida muy bien presentada de Cebada Gago, bajo organización de Espectáculos Carmelo García. Desde hace semanas los aficionados conocían cuáles eran los toros que se lidiarian esta tarde tan especial de feria. Además, por segunda vez consecutiva se lidiaron los astados del encierro matinal, el cuarto de las fiestas. Comenzó a las diez en punto, con una espectacular carrera desde los corrales de la Era de los Molinos. Los cerca de 800 metros de distancia hasta la plaza de toros se cubrieron en tan solo dos minutos exactos. Reses que por el camino buscaban y esperaban a que algún corredor se despistara para poder embestir. Una carrera muy limpia que contó con menos mozos de lo habitual, quizás por la fama de estos animales que suelen correr en los Sanfermines.

La primera parte de corrida anduvo demasiado floja. Los tres matadores no lograron hacerse con las medidas de sus enemigos que tampoco dieron muchas facilidades. En ese tramo no se cortó ni una sola oreja, ni tan siquiera hubo vuelta al ruedo para ninguno de los tres. Comenzó la lidia Leonardo Hernández, de Badajoz. Tan solo obtuvo ovación del tendido pese a sus esfuerzos por cuajar un buen arranque de festejo. Terminó, tras matar a su rival, con un gesto a la grada donde prometía mayor espectáculo en el segundo.

Llegó el turno del toreo a pie con Manuel Escribano, de Gerena (Sevilla). Lo más espectacular sus banderillas, colocando hasta tres pares con mucho arte. Poco se dejó hacer el toro que le tocó en el sorteo, perdiendo toda opción de algún premio al no lograr terminar con el astado hasta usar el descabello. Tampoco tuvo mejor suerte aunque sí que lo intentó, el diestro de Cortijos Nuevos Alberto Lamelas. Gran ovación tras su intervención con el capote, un susto con la muleta que le fue arrebatada de las manos, numerosos adornos que despertaron el entusiasmo de la afición pero sin lograr terminar pronto con su toro tras varios pinchazos fallidos.

La segunda parte del festejo fue muy distinta. Llegaron las orejas a pares para los tres toreros. Primero con el toreo a caballo Hernández que cumplió su promesa anterior hacia el tendido, arriesgando y venido arriba a la par de la grada, notándose una mayor entrega acompañada de un toro que sí se prestó al espectáculo, recibiendo como premio vuelta al ruedo. Se llamaba Fugado, animal que fue reconocido de esta forma tras su lidia.

Luego Escribano quiso resarcirse también del mal sabor de boca dejado en el primero de su lote, logrando una gran faena que fue premiada con dos apéndices. Un toro que brindó a Juan Antonio Millán, “Carnicerito de Úbeda", quien se mostró dolido ante los medios, porque no se cuenta demasiado con los toreros de la tierra en las plazas locales, como es el caso de su ciudad natal. Igual resultado para Alberto Lamelas, quien triunfa en otros países, pero con el que se cuenta poco en España, a pesar de tener el valor de enfrentarse ganaderías de las más complicadas. Ofreció buena resolución. En este caso el toro se dedicó al novillero Manuel Rodríguez. Los tres salieron por la puerta grande tras una vuelta al ruedo a hombros entre aplausos.

El festejo estuvo presidido por Baltasar Bueno, miembro destacado de la prestigiosa Peña Taurina Sol y Sombra, con su asesor en la presidencia, Antonio Moya. Junto con ellos el veterinario Jesús Antonio Munuera, completó el equipo.

Tras el festejo, la peña falló el trofeo Muleta de Plata. , para votar quién sería el ganador de su afamado trofeo muleta de plata. El jurado compuesto por Luis Hidalgo Narciso Robles Pilar Mora José García Alfonso García Antonia Carmona y Yolanda Contreras, se decantó por Alberto Lamelas. Solo hubo un voto en blanco. El galardón se entregará una cena de gala en honor del segureño. La distinción villacarrillense ya se encuentra en poder de numerosas figuras del toreo que han pasado estos años por el coso y han destacado por la maestría de sus faenas.