Medio siglo con manga corta durante los 365 días del año

A los 13 años decidió vestir esta prenda y se mantiene fiel a su costumbre

13 ene 2017 / 10:38 H.

Para Manuel Martínez Suárez, un vecino del municipio de Puente de Génave, las cuatro estaciones del año se diferencian, climatologicamente hablando, en poco ó nada. A Manuel “el de la manga corta”, como le conoce mu-cha gente en el pueblo, la previsión de la temperatura a diario no le quita el sueño. Desde los trece años, como recuerda perfectamente, luce la manga corta y, desde entonces, la primavera, el verano, el otoño y el invierno, los pasa con prendas de este tipo, camisas sobre todo, y alguna que otra camiseta, más bien durante el estío. Debajo tampoco lleva camisetas de interior con las que calentarse cuando llega el frío. La costumbre de ir poco abrigado todo el año, sobre todo durante el invierno, le produce muchas anécdotas. La gente con camiseta interior, camisa, jersey y abrigo, que pasa frío, al verlo le pregunta siempre: “¿No tienes frío?”. La respuesta de él, la de siempre: “No”.

Manuel Martínez Suárez nació en el municipio jiennense de Ibros, pero, con trece años, marchó a Barcelona. Allí, permaneció durante treinta años, con trabajo en la construcción. El no sentir el frío le viene de joven. Narra que en la comarca catalana del Llobregat ya se bañaba en el río en el mes de abril. Eso sí, con un palo de caña, tanteaba la profundidad, ya que no sabía nadar. Por tierras barcelonesas, Manuel cuenta que la gente se quedaba de piedra cuando lo veía en pleno invierno con la manga corta y que la misma sensación se llevaron cuando lo vieron en el municipio de Puente de Génave, en el que reside por avatares de la vida, desde hace unos años. Con anterioridad lo hizo en la aldea de Peñolite, en el mismo término municipal.

No falta a la cita anual desde que se jubiló, tiene 79 años, para ponerse la vacuna contra la gripe. Reconoce que alguna vez se ha resfriado, pero que no es normal. Cada seis meses se realiza una analítica y los resultados son positivos, sus defensas están en niveles óptimos. En su casa no hay calefacción, solo tiene una chimenea donde enciende la lumbre. Eso sí, en verano, se lleva mal con el calor y el aire acondicionado no le falta. En su vivienda, el armario, está repleto de ropa veraniega, aunque hay algo de invierno, que no usa, y que, de mudanza en mudanza, cambia. Desde hace unos meses, vive solo, tiene una hija en Baeza y tres hijos más en Barcelona. Dice que la soledad por la noche es mala acompañante, se vale por sí mismo y hasta conduce una flamante berlina. Aprovecha su presencia en el periódico para anunciar que busca una pareja y, aunque el calor no es su fuerte, estaría dispuesto a instalar calefacción, para, de esta forma, dejar de estar sin compañía.