Nueve huevos de quebrantahuesos

La temporada de reproducción del quebrantahuesos sigue adelante en el Centro de Cría en Cautividad de Guadalentín, en la nava de San Pedro —dentro del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas—, con el objetivo de seguir complementando los nacimientos en libertad con nuevos ejemplares que refuercen la población de la especie. El listón está alto desde que el año pasado se lograra en las instalaciones cazorleñas un récord mundial: nunca antes en un mismo centro habían nacido diez pollos en cautividad en una temporada.

Según la página de Facebook de la Coordinación del Plan de Recuperación de Aves Necrófagas de Andalucía, este año Guadalentín cuenta con siete parejas reproductoras: Elías y Viola, Lázaro y Nava, Josef y Keno, Andalucía y Salvia, Borosa y Toba, Tranco y Sabina, y Montero y Nona. Hay una octava, Cabús y Perea, que son precisamente los padres de Guinness, el pollo número diez de la temporada pasada, pero los técnicos no tienen demasiada esperanza en que logren poner huevos porque el macho, el ya veterano Cabús, tiene una lesión en la pata “que no le deja desenvolverse con normalidad”. La época de celo comenzó a finales de septiembre y primeros de octubre, y las puestas empezaron el 8 de diciembre con un huevo de Keno. Desde entonces ha habido ocho puestas más: Lázaro y Nava han puesto dos huevos, Montero y Nona se han estrenado esta temporada con otros dos, Tranco y Sabina han puesto uno, Andalucía y Salvia, dos, y Borosa y Toba, uno. Nueve en total. El último ha sido el segundo de Andalucía y Salvia, el pasado domingo. Los responsables del proyecto añaden que de Sabina se esperan otros dos huevos y también el segundo de Toba. “Si los cálculos no fallan y los acontecimientos discurren como esperamos, podemos llegar a un total de 14 huevos”, aclaran. El año pasado se pusieron 12 huevos, de los que 10 fueron fértiles.

Más allá del número de nacimientos en cautividad que haya en esta temporada de cría, el verdadero objetivo del Plan de Recuperación de Aves Necrófagas de Andalucía es que la población de quebrantahuesos andaluza sea sostenible por sí misma en libertad sin la necesidad de que exista un programa de cría en cautividad.

La Junta de Andalucía comenzó a liberar aves en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas en 2006, y los primeros nacimientos en libertad fueron en 2015, fruto de la reducción del uso indiscriminado del veneno. Aquello supuso el inicio de la segunda fase del proyecto de recuperación de los quebrantahuesos. Hoy aún se trabaja para pasar a la fase 3. “Si tuviéramos que reflejar en una escala del 0 a 10 en qué momento nos encontramos en términos generales, podríamos decir que a día de hoy estamos en el 4, sin siquiera haber alcanzado el 5, y hasta que no hayamos alcanzado el 7 en la hoja de ruta, no podremos afirmar que estamos en un lugar seguro”, explican los técnicos en Facebook. Ese nivel 7 llegará cuando se consiga un número determinado de parejas reproductoras criando de manera estable en el sector Castril-Cazorla. “El proyecto avanza lento debido a las peculiaridades de la especie y a los retrasos iniciales causados por el veneno, pero lo hace en la dirección adecuada”, añaden.