Moros y cristianos unidos por la patrona

Los campilleros rememoran una batalla histórica de la Reconquista solventada por la Virgen de la Cabeza

10 ago 2018 / 08:49 H.

Durante unos días, el tiempor retrocede al sur de la provincia de Jaén, donde se encuentra la villa de Campillo de Arenas en un fértil valle enmarcado de colinas y montañas a caballo entre la Sierra Sur y Sierra Mágina, cuyas aguas alimentan el río Campillo, que a su paso por la impresionante garganta de Puerta de Arenas, es alimentado por las aguas cristalinas que manan al pie de Santa Lucía. En este cautivador entorno, se celebran las Fiestas Patronales de Moros y Cristianos de Campillo de Arenas en honor de la patrona, la Virgen de la Cabeza.

El primer acto público de los comisarios (moros y cristianos) en las fiestas es la ofrenda floral en la ermita del municipio. Siempre se produce en la tarde del viernes de fiestas, esta misma, donde el pueblo devoto de la virgen se engalana con sus trajes flamencos y visten a la Señora con ramos de flores demostrando su devoción y gratitud con un inicio de las fiestas religiosas de lo más vistoso y florido. En la mañana del sábado de fiestas, los comisarios junto con el sacerdote, la junta de gobierno de la hermandad y los hermanos mayores suben a la ermita a visitar a la virgen. Así los moros y cristianos juran ante la patrona el cargo que desempeñarán fielmente según las normas establecidas en el reglamento. También se aprovecha el momento para dar la bienvenida a los nuevos comisarios que se unen a la asociación.

Finalizada la “Jura de Comisarios”, estos se repartirán en dos grupos iguales que portarán, cada uno de ellos, una bandera y un tambor. Seguidamente, los comisarios, siempre acompañados de su banda bordada, ondearán las banderas en los domicilios de los miembros de la hermandad en señal de saludo. Por la tarde resuenan los tambores con aire de guerra y mezclan sus sonidos con los numerosos cohetes disparados al aire. Mientras tanto, los moros y cristianos se visten el uniforme ante la vigilante mirada de los familiares que le dan al acto un verdadero sentido ritual y trascendente. Así, todo el pueblo se traslada a la ermita para iniciar la procesión con la Santísima Virgen de la Cabeza. Pero no será hasta la una de la madrugada cuando la imagen de la patrona recorra, una vez más, las principales calles de la villa. Diario JAÉN acompañará a los vecinos de Campillo de Arenas con unas camisetas conmemorativas de las fiestas.