Los fieles no se pierden el Corpus

Una festividad del Corpus Christi diferente. A las once y media de la mañana se dieron cita numerosos fieles marteños para asistir a la celebración de la misa en honor de la festividad para honrar el cuerpo y la sangre de Cristo. En esta ocasión, la parroquia de la Asunción fue el templo designado para tal efeméride, ya que cada año va rotando entre las distintas parroquias de la feligresía tuccitana.

Debido a las circunstancias excepcionales que atraviesa el país por la pandemia de la covid-19, el tradicional desfile penitencial con la sagrada hostia y los menores que toman por primera vez la Comunión no pudo realizarse por las calles marteñas, aunque sí que se celebró la misa en el interior de la “Asunción”, donde los participantes cumplieron rigurosamente con las medidas de seguridad e higiene y llevaron sus mascarillas. Además, la hermandad de la Vera-Cruz se volcó con la organización y decoración de la cita, incluso, se encargó de retransmitir en directo la misa, a través de sus redes sociales, para quien quisiera seguir la liturgia cristiana desde casa.

El Corpus se vive especialmente en el casco antiguo, aunque se hicieron cambios en estos últimos años. Para hacer más vistosa la fiesta, por lo que se realizan altares. Uno de los más tradicionales es el que monta la Cofradía del Santísimo Cristo de la Fe y del Consuelo, en el acceso a su casa de hermandad y junto al monasterio de las madres trinitarias. Asimismo, las asociaciones vecinales también se vuelcan en la celebración. Por otro lado, la tradicional festividad comenzó el pasado jueves con un triduo que las cofradías de Martos celebraron en el santuario de María Santísima de la Villa. Fueron días en que los fieles veneraron la exposición de la Custodia en el interior del templo, a las siete y media de la tarde, y asistieron a la eucaristía que se celebró durante estas tres jornadas media hora después.