La humildad de un destino único

Los pequeños analizan el cambio de su pueblo a través del archivo del periódico

11 ene 2019 / 11:51 H.

Si hay algo que sorprende en Torreblascopedro es contemplar sus relucientes infraestructuras, que bien podrían pertenecer a una ciudad de magnitudes mucho más amplias. El centro de salud, el edificio donde se reúnen las mujeres de la asociación para realizar sus manualidades y actividades o la sala donde las personas mayores comparten un ratito de su rutina son solo algunos ejemplos de lo bien equipados que están en la actualidad. Por ello, los vecinos, junto con su alcalde, Juan María Ruiz, presumen orgullosos de todo aquello de lo que pueden disfrutar en su día a día y que tanto trabajo y esfuerzo les ha costado.

Mucho más conscientes son cuando rememoran cómo vivían antes a través de las fotografías de Diario JAÉN, en su iniciativa con la Diputación por analizar la evolución de los municipios de la provincia. Y lo mismo que enseñan sus lugares de encuentro, se interesan porque el autobús del periódico visite sus zonas preferidas y, entre ellas, destaca el colegio donde cada día madres y padres, aunque también abuelos, se reúnen para esperar a los más pequeños. Allí comentan las cosas que quedan por mejorar, que también las hay, la transformación del papel de la mujer en estos años y la necesidad de seguir avanzando como lo han hecho hasta ahora, de la mano y unidos porque, como ellos dicen, “la tierra siempre tira y la suya es de lo más acogedora”.

El municipio de Lupión probablemente sea uno de los que mejor representa el sentido jiennense, ese al que le escribía Hernández en sus poemas. En este destino huele a aceituna y aceite recién hecho, a campo y a gente humilde, dispuesta a pararse para ayudar a quien se lo pida o entablar una conversación que bien puede alargarse durante horas. Lupión es un pequeño municipio, pero con un poquito de todo, con servicios que hace años eran impensables y con infraestructuras que los más mayores ni se imaginaban que pudieran existir hace tan solo un par de décadas. Por ello, cuando repasan los archivos de Diario JAÉN a través de sus fotografías, recuerdan lo bien que se ha vivido siempre en el pueblo y solo piden que “aquellos que mandan” hagan algo para que las casas no se queden vacías y se lo comentan directamente a su alcalde, Gonzalo Rus, al que miran a los ojos con la confianza de quien dirige un pueblo habitado por iguales.

En este sentido, tienen un papel muy relevante las jóvenes promesas del municipio. En el colegio se les enseña matemáticas y el resto de materias, pero también a valorar su tierra, la misma que no reconocen en las fotografías de hace algunos años. Porque es en ellos en quienes recae el futuro de un pueblo valiente que quiere seguir escribiendo historia, la que conocen, la de campos verdes en los que tantas horas han invertido.