Grito unánime para que el olivar no se muera

Los agricultores cambian el campo por las autovías por un día para protestar ante la situación que vive el sector

31 ene 2020 / 11:41 H.
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Contra la desaparición de Jaén. Así de contundente fue el lema utilizado por los manifestantes que se dieron cita en Torredelcampo en un día histórico para la provincia, en el que el verde de los lazos y el amarillo de los chalecos se alzaron como los colores predominantes, mientras que la banda sonora la pusieron las bocinas y los cláxons de coches y tractores, que cambiaron el campo por las autovías para dejar claro un mensaje: es necesario regularizar el precio del aceite para que, la principal fuente económica de la provincia, pueda mantenerse como tal.

El recinto ferial de Torredelcampo fue el lugar escogido para iniciar lo que, sobre el papel, estaba programado como una concentración que debía ir del municipio torrecampeño hasta Jamilena. Hasta allí comenzaron a llegar cientos de agricultores y jiennenses relacionados con el sector, que se acercaron desde Torredonjimeno, Jamilena, Fuerte del Rey, la Bobadilla o Torredelcampo, desde antes de las 09:30 horas, a pesar de que la convocatoria oficial estaba prevista para las 11:00. Ataviados con sus chalecos amarillos, banderas, bocinas, pegatinas y lazos, tenían una idea clara: tocaba hacerse oír ante la falta de soluciones a los problemas que rodean al olivar en la provincia.

Poco antes de las 10:30 horas, y cuando algunos grupos aún bajaban de los autobuses que les llevaron hasta el punto de partida, un nutrido grupo de manifestantes se cansó de esperar y decidió tomar la A-316, conocida como Autovía del Olivar, que en la jornada de ayer hizo más honor a su nombre que nunca, en ambos sentidos cerca del punto kilométrico número 64, evitando que los vehículos avanzaran desde ese momento y durante las más de cuatro horas en las que se prolongarían las protestas.

El grupo, aparentemente desorganizado y desmembrado ante la iniciativa tomada por parte del mismo, pronto se convirtió en un colectivo con las ideas claras y que funcionaba como un solo ser. El orden apareció, las pancartas reivindicativas se desplegaron y las protestas y gritos de consignas no cesaron desde entonces y hasta mucho después del mediodía, aunque la toma de la autovía aún se prolongaría hasta bastante después, quedando algunos coches inmovilizados hasta más allá de las 16:30 horas, que reanudaron la marcha.

La Guardia Civil trató de regular el tráfico habilitando las salidas anteriores a la de Torredelcampo, siendo inicialmente poco más de una decena de vehículos los que quedaron inmovilizados. Al ver esta situación, los manifestantes decidieron desdoblarse para sumar fuerzas en los diferentes puntos de entrada y parida del centro urbano, de forma que evitaron lo que llamaron la “circunvalación” por el interior del pueblo para evitar el punto donde estaban concentrados.

Al contrario de lo que dice el dicho, la separación no hizo perder fuerza a la protesta, que consiguió, gracias al amplio número de personas que se dieron cita en el lugar, paralizar por completo el tráfico en torno a Torredelcampo, lo que provocó que, a partir de ese momento, las retenciones llegaran a ocupar más de cinco kilómetros en ambos sentidos del tráfico.

Una vez logrado el primer objetivo, un nutrido grupo, que portaba una pancarta con el lema “Con bajos precios, nuestro olivar se muere”, bajo el que se podía leer “Jaén desaparece”, comenzó a avanzar por el que habitualmente es el sentido contrario de circulación hasta el punto donde les esperaban agentes de la Guardia Civil, que nada pudieron hacer para evitar que siguieran progresando varios cientos de metros más.

Al mismo tiempo, pero en los carriles de sentido contrario, justo por el punto por el que los manifestantes accedieron a la autovía, otro de los grupos comenzó a quemar un asiento de un vehículo, que luego alimentarían con algunos arbustos que encontraron al borde de la vía. Esta imagen se repetiría después en otros dos lugares.

Con el paso de las horas y el avance incansable de los manifestantes, que además de en los puntos de inicio se hicieron fuertes sobre el puente que atraviesa la Autovía del Olivar junto a la salida número 70, donde continuaron las protestas, aunque la calma fue la tónica reinante según pasaba el tiempo desde el arranque de la manifestación, pero sin dejar reponer la circulación rodada.

Se fueron formando varios grupos en los que, de forma más o menos airada, se debatieron diferentes cuestiones relacionadas con el motivo de la protesta: las subvenciones agrarias, la necesidad de implantar un precio mínimo para la venta de los productos, el papel que juegan las cooperativas, la implicación o no de los políticos y miembros de las asociaciones agrícolas que sienten los agricultores o la necesidad de volver a tomar las calles en caso que las protestas de la jornada de ayer no surjan el efecto deseado.

Con el paso de las horas, hubo tiempo para todo, hasta que llegadas las 13:00 horas, momento en el que finalizaban oficialmente las movilizaciones según el plan inicial, algunos de los manifestantes decidieron poner dirección a sus casas con la sensación de haber cumplido con su labor de protesta. A pesar de esto, los cortes continuaron hasta bastante más tarde, produciéndose retenciones hasta después de las 16:30 horas, momento en el que el tráfico recuperó la normalidad.

Debido a estas caravanas, una mujer embarazada que se puso de parto y se dirigía al Materno de la capital tuvo que dar a luz en el centro de salud de Torredonjimeno, al que llegó a las 15:20 horas. Tan solo 20 minutos después, y tras ser atendida por la enfermera de guardia, la madre pudo coger en brazos a Raúl antes de ser trasladados al Materno Infantil.

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