“El partido siempre tuvo un papel muy importante en la comarca”

“Comunistas en tierra de minas”, de Luis Segura y con prólogo de Fanny Rubio, se presentará, este martes, a partir de las siete de la tarde en el Aula Magna del Campus Científico-Tecnológico de Linares. Luis Segura, autor del libro, reflexiona sobre el alcance de este trabajo de investigación histórica. Desde la segunda mitad del siglo XIX empezó una fortísima actividad económica al calor de la actividad minera, con llegada incluso de capital extranjero y una avanzadilla del liberalismo. Ese fue el caldo de cultivo para el potente movimiento obrero y comunista.

—¿Por qué ese título?

—Hace más de dos años publiqué “Comunistas en tierra de olivos”, sobre la historia del PCE entre 1921 y 1986 en la provincia. Estoy jubilado desde julio de 2020 y tengo varias ocupaciones, como escribir libros. El título de mi nueva obra se debe a que está centrado en la historia del partido en el antiguo distrito minero Linares-Carolina-Bailén, en el que entraban también Vilches, El Centenillo (Baños de la Encina), Carboneros, Santa Elena y Guaromán.

—¿En qué se centra la obra?

—El libro es un trabajo de investigación histórica sobre la trayectoria del PCE desde su constitución en 1921 hasta 1994, con un último capítulo dedicado al conflicto de Santana, que dio origen a su cierre. Es el primero que se publica en este comarca sobre las organizaciones obreras históricas, más en concreto sobre la del PCE. En este volumen constan todas las fuentes de información, que incluyen archivos militares o civiles, bibliografía y documentos inéditos. Por ejemplo, el libro contiene el resumen de selección de cartas a Radio España Independiente, la Pirenaica, en los años 60, procedente del archivo histórico del partido. Otra cosa inédita, el partido estuvo organizado sin interrupción, de modo que fue la única organización con presencia en la sociedad en ese periodo, incluso en los momentos más duros. Hay un capítulo sobre las detenciones y la guerrilla de 1939 a 1956, hasta la política de reconciliación nacional. Hubo mucha represión. El partido estaba organizado incluso entonces. Hay descubrimientos como el de Manuela Cantero, la primera concejal de Linares, en el año 1937. En la introducción de cada capítulo, figura un análisis del contexto de cada periodo.

—¿Cómo sobrevivió el PCE a pesar de una represión tan dura?

—Hay una explicación genérica para toda España. El partido se organizó en las cárceles. En una primera fase se esperaba que con el triunfo de los aliados en la II Guerra Mundial el franquismo se acabara. También debe tenerse en cuenta que había tantos presos que los familiares tenían un costo económico y moral. Los de fuera, una de sus actividades que organizaron, fue recaudar fondos para las actividades de los presos.

—¿Cómo era la vida en prisión?

—En Linares solo hubo cárcel momentánea cuando los golpistas ganaron la guerra. Justo después de eso los presos socialistas, comunistas y anarquistas pasaron a otras prisiones como las de Madrid y Burgos. Era una vida muy dura. Reconomiendo “Decidme cómo es un árbol”, la autobiografía de Marcos Ana, el preso político que más años estuvo recluido. Se formaban en la cárcel. Por ejemplo, la de Burgos era conocida como “la Universidad”.

—¿Qué papel tuvo el partido para el desarrollo de la comarca?

—Importantísimo. Su razón de ser, desde 1921 era mejorar las condiciones de trabajo de la gente. No solo en esa época, sino también durante el franquismo, cuando fue decisivo e importantísimo en crear Comisiones Obreras. Con militantes comunistas y no comunistas nacieron en Santa Motor y de ahí se extendieron,

—¿Se ha hecho lo suficiente en cuestión de Memoria Histórica?

—Mientras haya miles de personas en cunetas y en fosas comunes no estará reconocida. Los vencedores tuvieron todo tipo de honores y los perdedores fueron a la cárcel o perdieron la vida, entre el olvido y el desprecio absoluto. Tímidamente se dan pasos, pero insuficientes.

—¿Qué personalidades destacadas aparecen en su libro?

—Aparecen más de ochenta perfiles biográfico en un anexo. Podría citar a históricos de la República Lino Carrasco, los concejales José Godoy, Manuela Cantero. Pedro Orellana y Alejandra Galindo fueron otros dirigentes destacadísimos. Jaén era la provincia tras Madrid y Valencia con más militantes comunistas en la época de la guerra. De los años 60, mencionaría a Ernesto Caballero, aún vivo, o El Rubio de Torredonjimeno, así como a Rosario Ramírez.

—¿Por qué no rentabilizó el PCE, en el periodo democrático, su trabajo durante la dictadura?

—Por varias razones. Una, seguramente, un análisis insuficiente, en error del propio partido. También existen otros motivos. Aquí se apostó por un bipartidisimo desde el primer minuto de democracia con una ley electoral que no es justa ni democrática. No todos los votos valen lo mismo. No es un sistema proporcional y las circunscripciones no favorecen. Ha habido partidos con financiación irregular, altamente financiados, pues el bipartidismo interesaba a los poderes económicos.

—¿Cuál fue el papel del partido en la zona durante la guerra?

—Un papel esencial. Se formó un batallón de milicias, el Batallón Stalin luego integrado en la XXV Brigada Mixta. Cuadros locales también dirigieron la Brigada XXIV en Jaén. Hay un estudio muy bueno de eso en del Instituto de Estudiso Giennenses.

—¿Cómo ve la situación actual?

—Somos a nivel estatal la tercera fuerza política, como Unidas Podemos. Estamos en el Gobierno. Sí es verdad que se ha fijado e la retina de los españoles que es un partido del pasado, antiguo. Lo antiguo es el capitalismo, que es anterior. Siempre se han intentado colar certificados de defunción del PCE. Pero está en el Gobierno y tiene alcaldías importantes o gobiernos de coalicació n en Cataluña o Canarias. Estamos muy presentes en la vida política española.

—¿Está desligado de la política?

—De las ideas no se desliga uno nunca. De eso no se dimite. Lo que procuro es estar al día en sentido de estudiar y de reflexionar. No me encuentro en la primera línea, sino en la base, como afiliado. Sigo con estas ideas y ayudo lo que puedo. Cumplo otra función, en una etapa distinta, pero manteniendo lo básico.

—¿Cree que tiene vigente en la actualidad el ideal comunista?

—Estamos en el Gobierno, con Alberto Garzón y Yolanda Díaz. Lo que pasa es que a veces no nos colgamos el cartel permanentemente del PCE en la espaldas. Sin carteles ni protagonismos explícitos han sabido estar a la altura de las circunstancias.

—¿Cómo ve la complicada situación económica actual en Linares?

—Esto era una zona industrial. La crisis económica ha sido una crisis industrial y eso ha generado un desempleo fuerte. La situación de la provincia es muy parecida. El salario medio es muy bajo. En Linares tenemos nuestras fortalezas, como el Campus Universitario, una maravilla para los próximos años, palanca básica para el desarrollo de la comarca. Se hizo un Plan Jaén en la época de Franco porque estaba muy mal. Decía que le quitaba el sueño, pero no se ha aclarado si porque estaba preocupado o porque pudo entrar solo dos días antes de terminar la guerra. En otros momentos hemos tenido problemas y resurgimos.

—¿Cómo observa la situación presente del Partido Comunista?

—No soy ya dirigente provincial, no es mi pape, pero me siento cómodo en el PCE. Ahí estamos con alcaldías y parlamentos. Hay una nueva generación de nuevas generación de nuevos dirigentes, como Mamen Barranco y Juan Francisco Cazalilla.

—¿Y las relaciones con el PSOE?

—Tampoco lo he estudiado de forma específica, pero, en general no han sido malas en la época democrática, cmo en la formación de los ayuntamientos hubo un pacto PSOE-PCE, con alcaldías comunistas, socialistas y conjuntas. Luego hubo más tensión, como en la campaña de la OTAN.

Una persona ligada a los libros

Buena parte de la vida laboral de Luis Segura ha transcurrido en las bibliotecas de la Universidad de Granada y, la última etapa, en la del Campus de la UJA en Linares. Esto le ha permitido estar siempre muy cercano a la cultura.

En todo momento reivindicativo

Son muchas las manifestaciones en las que ha partido, a lo largo de su vida, Luis Segura, quien no pierde el contacto con la calle ni siquiera después de su jubilación. En su imagen, durante una protesta realizada en la ciudad de Madrid.