El “corazón” de La Loma está sin conexión de autobús diaria

Afectados los vecinos de Ibros, Begíjar, Lupión y Torreblascopedro

08 mar 2018 / 09:24 H.

Él mismo recogió ayer por la mañana a dos ancianos que hacían autoestop para ir al hospital de Linares. Sin autobús a diario, personas mayores, principalmente, se ven abocadas a buscarse la vida, pedir favores a sus vecinos o estirar su pensión para llamar a un taxi. No es extraño así que, al descolgar el teléfono minutos después para responder a este periódico sobre la situación, la indignación se colara entre sus palabras. “Es una falta de respeto al ciudadano, inconcebible si hablamos de personas mayores. ¿Hay ciudadanos de primera y de segunda?”. Esta pregunta se la hace el alcalde de Torreblascopedro, Juan María Ruiz. El suyo es uno de los cuatro municipios afectados por la eliminación de la línea de autobús diaria que une Baeza y Linares con Ibros, Begíjar, Lupión y Torreblascopedro. Desde hace un mes, los tres servicios diarios que existían solo se realizan los martes y viernes, días de mayor demanda. El resto, no hay. Y ahí está el origen del problema: la disminución de usuarios y la falta de rentabilidad tras la caducidad de la concesión en 2014.

El 2 de enero de 2014, como recuerda Amparo Martos, gerente de la empresa de autobuses que realiza la ruta, terminó el año de prórroga tras la caducidad de la concesión en 2013. “Cada vez hay menos viajeros, no tenemos ayuda por parte del consorcio y la Junta no saca la concesión a concurso. Hemos aguantado cuatro años y un mes por no dejar a los pueblos sin servicio, pero no da ni para pagar el sueldo del conductor y el gasoil”. Así resume la situación la empresaria, consultada también por este periódico tras las quejas de vecinos de la comarca. Ante el panorama y antes de tomar la decisión, relata que trató de contactar con los ayuntamientos de los municipios afectados. Dice que si recibe ayuda, “el servicio saldría adelante”. Ella lleva 33 años y su padre fue el primer concesionario a mitad del siglo pasado. Hay, como reconoce, una parte sentimental en el interés por continuar, pero es “imposible económicamente”. Dice que, sin respuesta desde noviembre de los municipios, a principios de año, notificó los nuevos horarios a la Delegación de Fomento y que no ha habido contestación, ni reuniones.

La reacción de los alcaldes es dispar pero, al final, pivota en un hecho: los municipios no tienen competencias en transporte interurbano. Juan María Ruiz, de Torreblascopedro, dice que, por su parte, no habría inconveniente en aportar económicamente con las arcas municipales con superávit, pero que la Intervención y Secretaría podrían poner problemas porque no es competencia municipal: “Solo es responsabilidad de la Junta. Es un servicio público y si tiene que poner tres céntimos más para que funcione, para eso está. Que gestionen los recursos”. “Al final se está perjudicando a nuestros vecinos”, lamenta.

En Begíjar, dice su alcalde, Damián Martínez, también hay quejas. Los afectados, explica, son principalmente personas mayores y estudiantes. Hasta muchos, asegura, piden cuando les llega una cita médica que se la cambien a un martes o viernes. “La gerente de la empresa me transmitió por teléfono el problema y que podíamos darle una solución con una cuota mensual de 250 euros por municipio. Así nos indicó que sería más o menos sostenible. Por mí, no hay problema en sacarlo de las arcas municipales. No es competencia nuestra por lo que habría que darle una forma legal”, reconoce. En lo que insiste es en que debe haber una “predisposición” para buscar soluciones porque, al final, las administraciones están para gestionar los recursos pero, sobre todo, dar servicio a los ciudadanos.

Gonzalo Manuel Ruz, alcalde de Lupión, reconoce que la línea —indispensable, por ejemplo, para que muchos de sus vecinos acudan a las citas médicas en Linares— “no es rentable”, pero que hay servicios que “en la vida pueden serlo” pero que ese “no es motivo para dejar de prestarlos”. Así, su respuesta a la propuesta de la empresa fue no, porque es una concesión de transportes dependiente de la Junta y no municipal. Ante esto, asegura que el 31 de enero remitió un escrito a la Delegación de Fomento para mostrar su “desacuerdo” ante el hecho de que se suprimiera la línea y pidiendo que se restableciera. Hasta ayer por la mañana, dijo, no tenía respuesta.

Finalmente, Luis Miguel Carmona, alcalde de Ibros, asegura que el Ayuntamiento “solo” ha recibido la queja “de tres vecinos y la empresa concesionaria”. Ante la situación, dice que se puso en contacto con el Consorcio de Transporte, con el delegado responsable, para convocar una reunión “para la próxima semana” con “todos los datos encima de la mesa y estudiar una solución viable” e intentar “que el servicio no se pierda”.

Fomento convoca una reunión el lunes

Y todos los caminos llevan a Roma y, en este caso, a la Junta y la Delegación de Fomento. Su responsable, Rafael Valdivielso, detalló a este periódico que conoce la situación desde hace dos semanas y ya trabaja para buscar una solución. Explica que las concesiones caducadas se están renovando y esta también se sacará a licitación próximamente. La cuestión está, dice, en que las empresas en esta situación solo están obligadas por un año a mantener las líneas pero que, para eliminar horarios, lo debe autorizar él mismo. “No ha comunicado nada”, insiste. En este caso, asegura que se ha enterado por los alcaldes a los que la empresa concesionaria ha ido a pedir que paguen una parte. “Ella tiene potestad para continuar con la línea o dejarla, pero no para llamar a los alcaldes. Primero tendrá que hablar con la entidad autonómica, plantearlo a la Consejería”, apunta. “La empresa ha actuado con deslealtad a la administración competente”, añade. Dice que ahora es el momento de sentarse y buscar soluciones, ya que el problema se ha dado en otras zonas como Cazorla o Segura y se ha solucionado. “Se puede anexionar a otras empresas concesionarias, que amplíen las rutas”, ejemplifica. El lunes, adelanta, se reunirá con las partes y llevará propuestas para dejar cerrado el problema.