Día grande para despedir al patrón

Llegó el cuarto día de celebraciones en La Guardia en honor de su patrón, San Sebastián y, con él, las ilusiones renovadas de los guardeños. Sin tiempo de recuperarse de las emociones vividas el día anterior, en el que disfrutaron de las primeras procesiones programadas del santo, los fieles de San Sebastián despertaron deseosos de vivir la jornada más importante de estas fiestas.

Los actos comenzaron pronto, sobre las once menos cuarto de la mañana, cuando los miembros de la Asociación Musical Sierra Mágina “Villa de La Guardia” salieron a la calle para recoger a la junta de gobierno de la cofradía local, así como al hermano mayor, al abanderado, al míster y a la miss de las fiestas de este años, así como a las autoridades municipales, con el alcalde, Juan Jesús Torres, al frente. No sólo ellos, sino un buen puñado de vecinos, que no dudaron en enfundarse sus abrigos para salir a la calle y alcanzar la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, llenaron el templo, que acogió la celebración eucarística que presidió el sacerdote Antonio José Morillo y que ofició el párroco del municipio, Juan Pedro Moya. Precisamente Morillo fue uno de los protagonistas de la cita, no sólo por presidir la misa, sino porque se convirtió en el abanderado del próximo año, lo cual significa que será el hermano mayor de la cofradía en 2021.

Fue aquel, no obstante, después de la procesión de San Sebastián, que, como la tarde anterior, fue acogido en las calles guardeñas con amor y pasión. La Asociación Musical Sierra Mágina “Villa de La Guardia” y la Banda de Música de La Campiña fueron las encargadas de acompañar con sones triunfales el recorrido del santo, que le llevó, como cada año, a las Eras de San Sebastián. Allí, una vez más, bendijo los campos guardeños, una tradición que llena de fuerza a los agricultores del municipio para que afronten su dura labor diaria con la ilusión del que se sabe afortunado por tener a San Sebastián como patrón.

Al término de la procesión tuvo lugar el traspaso de poderes entre el hermano mayor de este año, que entregó su báculo al abanderado de 2020; este, a su vez, hizo lo propio con la bandera cofrade al que será abanderado del próximo año.

Después de los actos religiosos y cofrades llegó un merecido descanso para la población guardeña que se alargó hasta la noche. Sobre las diez y media dio comienzo el cierre de fiesta en honor de San Sebastián, que se inició, a su vez, con un espectáculo piromusical, siguió con las tradicionales vacas de fuego y terminó con la traca final. La Plaza de San Pedro acogió esta actividad de despedida.

Aunque los días de fiesta dedicados a San Sebastián en La Guardia comenzaron el pasado sábado, día 18, el culto al santo patrón este año empezó antes, con la celebración del triduo dedicado al mismo. Fue entre los días 16 y 18 de este mes, en el convento de Nuestra Señora de la Asunción.

El mismo día en el que concluyó el triduo, la caseta municipal acogió una fiesta infantil por la tarde, y por la noche llegó el turno de encender el alumbrado oficial. Un concierto tributo a Estopa fue el plato fuerte de la verbena de esa noche en la caseta municipal.

Un día después, las actividades infantiles matutinas y la cena para los mayores jubilados, también en la caseta municipal, dieron paso al primero de las dos jornadas grandes en el municipio. La primera, el pasado lunes, cuando tuvo lugar la primera de las misas en honor del patrón, así como la primera procesión.