Convivencia por San Roque

La procesión y el tradicional reparto de carne, actos de devoción en honor del patrón

17 ago 2019 / 12:13 H.

Las fiestas patronales de Siles comienzan a divisar su final. Sin embargo, antes de que el colofón festivo llegue, los sileños celebraron ayer su día grande en honor del patrón del municipio, San Roque.

Después de vivir los tradicionales encierros que tanta valentía y entusiasmo despertaron en los vecinos, llegó la hora de rendir pleitesía a la verdadera causa de estas fiestas: San Roque. Siles se enfundó, ayer, de un ambiente de fervor durante sus actos religiosos que comenzaron con una santa misa, en honor del patrón, en la iglesia parroquial. Tras la solemne eucaristía, la figura del santo recorrió las calles sileñas, acompañado de la banda de música de Arroyo del Ojanco, en una procesión presidida por el alcalde de Siles, Francisco Javier Bermúdez, y el párroco de la villa. Entre aplausos, emoción y júbilo, tanto devotos como anderos, que llevaron en sus hombros a San Roque, procesionaron por el municipio hasta llegar a la ermita, lugar en donde se realizó el tradicional reparto de carne de la caldera de San Roque.

Esta costumbre ancestral del municipio segureño proviene del siglo XVI, cuando los vecinos les prometieron a San Marcos y San Roque la construcción de una ermita para agradecerles la liberación de la peste bubónica. Durante el último encierro, la última res en correr —más conocida como “el toro de San Roque”— no es apuntillada como las demás, sino que se pasea por las calles mientras los vecinos le arrojan cubos de agua para “purificarlas”. Una vez delante de las puertas de la ermita, el animal es sacrificado en honor del patrón y su carne, una vez troceada, es cocinada a fuego lento durante toda la noche anterior al día patronal para, al día siguiente, repartirla entre sus vecinos.

El día grande de las fiestas estivales sileñas culminaron con un “Gran Prix” celebrado en la Plaza de Toros y la actuación de las orquestas Brisa y Trebol en la habitual verbena popular.

Con estas milenarias tradiciones, el municipio enclavado en la Sierra de Segura comienza a divisar el final de su feria, la cual comenzó el pasado 10 de agosto con el traslado del patrón desde la ermita, situada a las afueras del pueblo, hasta la iglesia parroquial. Durante el día de hoy, está prevista la celebración, a las diez de la mañana, de la vigésimo segunda edición del concurso de hacheros segureños en el campo de tiro. La actividad, que también se celebrará mañana a la misma hora, consiste en la pela y la corta de pinos salgareños y en las exhibiciones de ajorro con mulos y percha. Finalmente, los sileños podrán presenciar en la plaza de toros de la villa, gratuitamente, el espectáculo de caballos y flamenco “Cuerpo y bravura”.