Compás de espera hasta conocer los informes de criminalística por la desaparición de Ibrahima Diouf

La Guardia Civil finaliza la búsqueda de pruebas y rastros que empezó en Villacarrillo y ha terminado en Villanueva del Arzobispo

29 sep 2022 / 16:35 H.
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Hasta lo más profundo de los pozos. No ha quedado un palmo sin rastrear en la finca de olivos en la que trabajó el temporero que desapareció en enero del año pasado y que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil busca después de poner patas arriba un garaje y dos locales que son propiedad del empresario que le contrató. Se trata de Ibrahima Diouf, un ciudadanos senegalés que entonces tenía 32 años y que llegó a Villacarrillo, procedente de Huelva, para recoger aceituna en la última campaña. En el mismo día que comunicó a su patrón que dejaba el tajo, se perdió su rastro. Los agentes dieron por cerrada, ayer por la tarde, la operación y, según fuentes del servicio de comunicación, quedan a la espera de los informes de criminalística con las pruebas halladas en los lugares que batieron palmo a palmo.

Empezaron en la calle Guerrilleros Hermanos Uribe del municipio villacarrillense y, después de casi una semana, se desplazaron hasta la finca situada en el paraje El Carretero, en Villanueva del Arzobispo, donde investigaron hasta el último detalle que pueda dar con el paradero de Ibrahima Diouf, de quien su familia no sabe absolutamente nada desde hace un año y ocho meses. Fue su hermano quien, precisamente, denunció su desaparición, ya que esperaba que volviera a recoger manzanas a un municipio de Huelga al que, sin embargo, nunca llegó.

Según las fuentes consultadas por este periódico, la Guardia Civil buscó, en enero de 2021, al senegalés por el mismo olivar en el que estuvo la UCO durante los últimos días. Ahora, no obstante, el operativo es más amplio, con georradares y unidades caninas a la caza y captura de cualquier pista para tirar del hilo de la investigación. El Juzgado de Instrucción número 1 de Villacarrillo dirige un caso que tiene conmocionada a la sociedad jiennense, más teniendo en cuenta que existe el antecedente de Tidiany Coulibaly, otro temporero que desapareció, en 2013, en las mismas circunstancias.

Testimonio del hermano de Ibrahima: “Estamos convencidos de que está muerto”

Casi han perdido la esperanza. Moussa Diouf, hermano del senegalés que desapareció en Villacarrillo hace ya casi dos años, está convencido de que su hermano está muerto. “Lo supe desde aquel día que lo esperaba en Huelva y no vino, porque mi hermano siempre fue muy cumplidor con su palabra”, comenta a este periódico. Agradece a los agentes las labores de búsqueda que, en todo momento, mantienen para dar con el paradero del temporero, una persona a la que definen como “buena” y “trabajadora”.

El Juzgado de Instrucción número 1 de Villacarrillo se hizo cargo del caso, que se encuentra bajo secreto de sumario, según confirman fuentes judiciales. Al frente de la investigación se puso la UCO, la misma unidad que ya resolvió otros casos complejos de personas desaparecidas que finalmente fueron encontradas, como el de Diana Quer o el niño Gabriel Cruz, y que desde el lunes 19 realiza los registros. El objetivo es encontrar alguna pista que dé con el paradero de Ibrahima Diouf, pero como telón de fondo está la primera desaparición, la de Tidiany Coulibaly, por quien ya fue juzgado el mismo empresario, aunque fue absuelto por falta de pruebas. Una vecina asegura, según pudo saber este periódico, que vio al empresario retirar los carteles de “Se busca” del senegalés. Es una de las testigos del caso.

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