Baños pide que Izan y Rafael puedan educarse sin barreras

Clamor por otra monitora escolar para niños con necesidades

16 sep 2021 / 17:04 H.
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Un movimiento ciudadano reclama en Baños de la Encina “educación sin barreras” para Izan y Rafael, dos niños de tres años con necesidades especiales que acaban de incorporarse al colegio Nuestro Padre Jesús del Llano. La reivindicación consiste en la incorporación de una segunda monitora, que permita una atención personalizada en la clase que ambos compartirán. Dentro de las gestiones para conseguir la demanda, las respectivas madres, Emma Gázquez, y María Luisa Espinosa prevén reunirse esta mañana con la inspectora Guadalupe Valdés.

Gázquez califica de “pesadilla” la situación, por lo que reclama que la Junta de Andalucía tenga sensibilidad. “No nos lo estamos inventado. Es algo que hace falta”, dice. Subraya el estado de su hijo Izan, aún no diagnosticado, que sufre un retraso madurativo acusado, que supone una edad madurativa de doce meses, aparte de arrastrar problemas de movilidad. Por eso considera insuficiente que la actual monitora tenga que repartir su tiempo entre los dos niños que entran en primera de Infantil y otros alumnos con necesidades. Indica que en el periodo de adaptación, durante el poco tiempo que pudo acudir, cuatro profesores tuvieron que estar pendientes de Izan y Rafael, algo que no es sostenible con el comienzo del horario normal y en los sucesivos cursos académicos.

Por su parte, María Luisa Espinosa, asevera que hasta hace unos días no se enteraron de la denegación de las monitoras de refuerzo solicitadas. “Vamos a compartir recursos con otros niños, pero Izan y Rafael necesitan el servicio de monitora las cinco horas que estén en el colegio para que estén integrados en el aula y la sociedad”, añade. Su hijo presenta un retraso madurativo con signos de trastorno del espectro autista.

Las dos madres están muy agradecidas con la población de Baños de la Encina, con el propio centro educativo y con la asociación de madres y padres. De hecho, el pasado viernes, se celebró una concentración —muy concurrida si se tienen en cuenta el tamaño del municipio y las condiciones de pandemia— a las puertas del colegio con el objetivo de reclamar una solución para el problema. En paralelo, se desarrolla una campaña de recogida de firmas, que se ha extendido por buena parte de la provincia y, a través de las familias, a ciudades como Madrid o Barcelona. Según los cálculos, en pocos días se han conseguido más de mil rúbricas de apoyo. Las dos progenitoras tienen muy claro que llegarán “hasta donde haga falta” para conseguir lo que considera un derecho. Piensan que la Consejería de Educación no puede anteponer el dinero a dar una solución. La protesta también está canalizada a través de las redes sociales.

Emma Gázquez y María Luisa Espinosa intentarán concertar también una entrevista con el delegado territorial de Educación, Antonio Sutil, para plantearle, en persona, su reivindicación. Señalan que, de cualquier manera, el responsable político ya es conocedor de la situación. Detallan que debe tenerse en cuenta que sin la presencia de una monitora adicional será muy complicado que los niños puedan asistir a clases en los sucesivos cursos.

LA JUNTA DESTACA QUE SE CUMPLE LA RATIO ESTABLECIDA EN LA LEY NACIONAL

La Junta de Andalucía da su versión sobre un asunto del cual reconoce su complejidad. En este sentido, se explica que el centro cuenta con el recurso en la línea de lo que marca la ley nacional, Lomloe, de manera que hay una monitora, el curso pasado para dos niños y este para cuatro con necesidades especiales. Tal normativa, precisan las fuentes consultadas sitúa en seis el número de alumnos por cada profesional de este tipo, de manera que ni siquiera se alcanza el límite marcado.

Por otro lado, añade que la jefa de Ordenación, Esther Santiago, se ha reunido con las madres y está pendiente y analizando el asunto “de forma individualizada”. Se destaca las gestiones realizadas por la responsable, que se encarga de cuestiones de Necesidades Especiales, en contacto con el director del centro y la responsable de Orientación Educativa. Se analiza si existe posibilidad de pedir el refuerzo contando con un informe. Además, se indica que en el portal Séneca no está grabada aún la situación de uno de los niños, el que tiene mayores necesidades. Se destacan las conversaciones con la progenitora, la orientadora y la inspectora. Por último, la Administración destaca que los recursos son finitos.

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