Arjona cierra cuatro días de feria

La lluvia da un respiro en la última jornada de la celebración, muy participativa

16 sep 2019 / 16:40 H.

La 227 edición de la Feria Real de Arjona se celebró en el Paseo de Andalucía. Fueron cuatro días de fiesta y convivencia sin parar, pese a que la lluvia apareció a diario, salvo ayer, cuando los arjoneros vibraron al 100% con las actividades organizadas por Ayuntamiento y casetas privadas. Hubo actuaciones de varios DJ. En los casinos privados, orquestas se encargaron de amenizar las veladas. Así, el Círculo Cultural Urgavonense, acogió magníficos conjuntos para que sus socios bailaran. Por su parte, Cempa contó con la presencia de grandes artistas, como Raya Real, Un Pingüino en Mi Ascensor, Transistores, los Happys o Planeta 80, que consiguieron un rotundo éxito de asistencia.

El Ayuntamiento de Arjona promovió actividades para todos, con juegos para niños, exhibiciones de baile o paseos en burro. Este año, como novedad, se celebró la primera muestra agroalimentaria de Arjona en el Espacio de Usos Múltiples de la calle San Diego, frente al Paseo de Andalucía. Con el alcalde de Arjona, Juan Latorre, también participaron en la inauguración la edil de Promoción del Olivar, Antonia Escabias, y la representante de UPA Inés Casado. También estuvieron presentes los concejales Manuel Alberto Jaén, Manuel Parras, Mateo León y Carmen Latorre y otros representantes de la organización agraria, como Yolanda Ramírez y Fernando Arazola. No faltó un expositor de Visitarjona, un expositor sobre el mundo del olivar y el mejor aceite del municipio.

La fiesta tiene su origen en una real cédula de Carlos IV, de 1792, por la que se autorizó a la entonces villa a celebrar feria de ganado del 14 al 16 de septiembre, en vez de ser el día del Corpus. La ubicación se trasladó desde la Plaza del Mercado, a las afueras, hasta el Paseo de Andalucía. Con el tiempo, la dimensión pecuaria dejó paso a unas jornadas lúdicas sin descanso mañana, tarde y noche, y en la única fiesta arjonera que no se desarrolla en torno a una figura religiosa, en la que los vecinos y visitantes de municipios limítrofes disfrutan de buenos momentos en torno al cante y el baile.