Vuelta a casa con el sueño más que cumplido

Nunca hubo un regreso más alegre. Las 68 cofradías filiales de la Virgen de la Cabeza abandonaron el cerro en una jornada de resaca de júbilo por una de las Romerías de las que de verdad hacen historia. Las 144 carretas que se desplazaron el sábado desde Andújar hasta Lugar Nuevo y, después, hasta el poblado donde mora La Morenita hicieron el camino de vuelta sin más incidencias que la satisfacción de haber podido participar en una de las fiestas más esperadas, después de vivir dos años la celebración encerrados entre las paredes de sus hogares por culpa de una pandemia que, sin lugar a dudas, se convirtió en el centro de las plegarias a la Reina de Sierra Morena. La covid-19 y, por supuesto, la guerra de Ucrania. Ambos fueron los principales problemas que los devotos encomendaron a la Virgen de la Cabeza, unos descalzos, otros de rodillas y a pie por la empinada cuesta que se olvida nada más pisar el Camarín. El día de ayer comenzó a las diez de la mañana, con la misa que tradicionalmente se celebra para dar las gracias a los cuerpos y fuerzas de seguridad por los servicios que prestan durante el fin de semana en el Cerro de la Cabeza, un dispositivo que merece todos los elogios porque garantiza el orden en una de las romerías con más aglomeración de fieles de todas las que se celebran en España. Los asiduos a ella aseguran que, este año, hubo menos afluencia que en época prepandémica. Hay que tener en cuenta que el mal tiempo empañó los actos organizados para el viernes, que continuó la lluvia el día en que las carretas hacen la subida y que el frío mermó a los indecisos. Sin embargo, no hay más que ver las imágenes de la Virgen de la Cabeza pasando por el arco para comprobar cómo estaba la plaza principal del poblado que lleva su nombre.

El regreso fue, sin lugar a dudas, un motivo más de alegría. Sobre las seis de la tarde ya estaban de vuelta por San Ginés y, dos horas después, fueron recibidos en Andújar con los balcones a rebosar de gente y entre aplausos.

“Es más la alegría que me inunda que el cansancio”, dijo el presidente de la Cofradía Matriz de la Virgen de la Cabeza, Manuel Ángel Vázquez Prieto. “El balance es enormemente positivo, no hay palabras para describir lo vivido después de dos años de pandemia y esperando que llegue esta Romería, que ha sido un éxito rotundo para todos los que trabajamos para que sea posible y permiten que salga adelante”, dijo. Añadió: “Me quedo con las palabras del obispo, sorprendido por la inmensidad de la fiesta. Somos todos felices, estamos llenos de ilusión porque nos sentimos tenidos en cuenta por un obispo”. El presidente ve difícil que se pueda superar un año así: “Se lo pedí a los Reyes Magos, el 5 de enero, y me hicieron caso”. La cuenta atrás para la Romería de la Virgen de la Cabeza de 2023 ya está en marcha.