Las Fiestas Calatravas para dinamizar la economía local

La segunda mitad del siglo XVIII sirve para promocionar y valorizar el castillo

10 jul 2019 / 12:32 H.

Las Fiestas Calatravas son una cita creada en 2006 por el Ayuntamiento para dinamizar la actividad económica del municipio durante el verano a través del turismo de historia. Se eligió la segunda mitad del siglo XIII para promocionar el castillo (que ha centrado la inversión patrimonial y turística del Consistorio desde que pasó a propiedad municipal en los años 90), ya que durante ese período la orden señoreó estas tierras y acometió importantes reconstrucciones en el monumento.

Hay noticias de conquistas cristianas de la islámica al-Qabdaq con anterioridad a mediados del siglo XIII, pero fueron hechos puntuales sin continuidad, pues inmediatamente era reconquistada por los musulmanes. Hasta que Fernando III de Castilla inició la ofensiva definitiva contra al-Andalus y, con el desmoronamiento del poder musulmán, el valle del Guadalquivir fue cayendo progresivamente en manos cristianas. Fue entonces cuando Alhamar, que en la debacle andalusí se había alzado con el poder en Granada, pactó con el rey santo la entrega de diversas plazas a cambio de una tregua. Sucedió en 1246, y entre esas plazas estaba Alcaudete, que fue entregada a la Orden de Calatrava con la misión de guardar y proteger la nueva frontera. Se constituyó para ello una encomienda como forma de mantener el control de la población mudéjar, que en los primeros años debió ser aún abundante. Pero la Villa, dada su estratégica posición, estaba condenada a vivir durante décadas en continua disputa entre moros y cristianos, y los siguientes cambios de manos no fueron pacíficos. Aquel permanente estado de guerra supuso finalmente la extinción de la población local, y también de los primeros pobladores cristianos, pues consta que en varias de aquellas conquistas y reconquistas los habitantes fueron pasados a cuchillo. Precisamente el “Asalto a la Villa”, que desde hace tres años representan las asociaciones locales, recrea cómo pudo haber sucedido uno de tantos ataques militares en aquellos turbulentos tiempos de frontera. Los calatravos perdieron para siempre la plaza en 1300. Aunque fue recuperada en 1312 por los castellanos, esta vez la Corona, descontenta por la negligencia de los caballeros, decidió mantenerla bajo poder real. Alcaudete tampoco volvió más a poder musulmán, y la repoblación cristiana llevada a cabo a partir de entonces es el origen de la población actual.