“Las aldeas disfrutarán de una discriminación positiva”

—¿Cómo acoge la población las elecciones en las aldeas?

—Con ilusión y con ganas. Se traslada la ilusión y las ganas que pone cada uno de los candidatos, que quieren hacer carteles y vídeo para su campaña electoral. Creemos que eso se plasmará el 23 de febrero en una participación muy por encima a la de otros comicios.

—Estas tipo de consultas, ¿se institucionalizará?

—Sí, el proceso se retrasó por la adaptación al reglamento de participación ciudadana. El mandato estará ligado al de la Corporación Municipal. Hemos sentado los cimientos para que se convierta en una norma habitual. No hay nada más democrático que los propios vecinos elijan a sus pedáneos.

—En estos cuarenta años de democracia el censo las aldeas no ha parado de bajar, ¿cuáles son las causas y las posibles soluciones al problema?

—La despoblación es un problema nacional. Creemos que hay que dotar de servicios las aldeas, entre ellos las carreteras. Intentaremos que la banda ancha llegue a todas en la era digital. Aparte de eso, la gente debe conocer su calidad de vida, esa tranquilidad, ese desahogo, ese contacto directo con los vecinos.

—¿Habrá discriminación positiva para los anejos en el presupuesto local de 2020?

—Sí. Eso es lo que vamos buscando. Por ejemplo aumentaremos el presupuesto para las fiestas de las aldeas. La idea es ir subiendo un porcentaje cada año. A las más importantes se les daban unos 2.000 y queremos llegar a 3.000. Esa diferenciación se verá también con el tema del PER, que la cantidad de proyectos se incremente.

—¿En qué fallaron los anteriores equipos de Gobierno?

—Somos realistas y hay que reconocer que se han hecho cosas importantes, pero hacer cosas en las aldeas se veía como una obligación. Cada una tiene un centro social. La idea es correcta, pero muchos están vacíos de contenido. Había muchas lagunas en el estado de calles, acerados e iluminación. Debemos lograr un nivel de inversión mayor.

—¿A qué atribuye el abrumador apoyo electoral del PSOE en las zonas rurales alcalaínas?

—La gente es reticente al cambio, por miedo o por no conocer lo que traerá ese cambio. Esta legislatura se ha hecho real con otra forma de gestionar. En una habitación cerrada, es bueno abrir puertas y ventanas. Nuestra labor es trabajar, trabajar y trabajar con humildad y todas las ganas posibles. Siempre digo que estar en el Ayuntamiento es una etapa de la vida y no voy a perpetuarme.

—¿No hay temor a que de las urnas salga una mayoría de pedáneos “con sellos socialista”?

—En Ciudadanos lo tuvimos claro siempre. Esta será la legislatura de las aldeas. Si hay gente, que por vinculaciones políticas, quieren poner palos en las ruedas hará un flaco favor a su aldea. Tengo confianza en que todos viven en las aldeas y asumen con naturalidad el proceso, que va más allá de siglas y de partidos.

—¿Para qué sirve, a su juicio, el coordinador de Aldeas?

—Es básico. Necesitábamos una persona volcada al 100% en las aldeas. La labor de Raúl Ibáñez es inmejorable y así lo perciben los vecinos. Da respuestas, recibe las necesidades y coordina cada área. Como residente en una aldea, aporta sus conocimientos. Hacía falta alguien así. Hace poco estuvimos en Fuente Álamo y los habitantes nos reconocían lo que Raúl se está preocupando.

—¿Cómo valora el acuerdo con el PP, también conocido como pacto de La Bodeguita?

—Es balance es bueno. Firmamos un pacto de Gobierno porque el cambio era necesario y creíamos que nadie entendería que no se llevara a cabo y se pactara con la misma gente que criticábamos. Somos dos, pero trabajamos como si fuéramos uno. El contacto con el alcalde, Marino Aguilera es bastante fluido. No voy a negar que a veces puedan surgir discrepancias, como en una pareja, o puede haber tiranteces, pero resueltas con el respeto y la coherencia que nos caracteriza.

—¿Hay garantía para agotar de esta manera la legislatura?

—Garantía. Somos muy escrupulosos con lo que se firma. Mientras se cumpla no hay duda. Es como cualquier contrato.

—¿Se siente más a gusto ahora en Ciudadanos o antes en el Partido Socialista?

—El alcalde de Porcuna, mi compañero Miguel Moreno, dice: “Hay gente que para mantener sus ideales tiene que cambiar de partido y hay gente que por mantenerse en un partido cambia de ideales”. Creo que soy de los primeros. A veces se utiliza como arma arrojadiza, pero digo con orgullo que mientras estuve militando en el Partido Socialista porque creí que era el proyecto necesario para el país. Después cuando se ven decisiones y el cariz que toma el proyecto, uno no se siente identificado. Me marché sin problema con nadie, sigo teniendo grandes amigos en él. Creemos que con nuestra presencia en muchos gobiernos, sin ella, las reformas y los cambios no se haría. Me molesta un poco “Gobierno de las derechas”. En Jaén capital gobernamos en el PSOE. Esto no va de ideologías ni de partidos, sino de gente con ganas de hacer cosas por el municipio.