Un cerezo con flores abiertas por Navidad
Que el cambio climático es una realidad cada vez más patente. Si, desde hace unos años resulta frecuente encontrarse con largos “veroños”, el invierno, a menudo, se viste de primavera. Eso es lo que ocurre, a pesar de las heladas, con un cerezo situado en la parte alta de la Cabeza del Molino, en la zona de Ribera Baja. El árbol comienza a abrir sus flores, a pesar de que tal circunstancia debería de ocurrir en abril, o, como muy pronto, en marzo. En paralelo, también tiende a adelantarse la floración de los almendros.