La población se sitúa por debajo de los 22.000 vecinos

El municipio pierde alrededor de mil habitantes desde 2012, año en el que alcanzó la cifra de 22.870

21 dic 2016 / 12:20 H.

Malos datos demográficos. Las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes a 2016 sitúan la población del municipio de Alcalá la Real en 21.758 —10.692 varones y 11.066 mujeres—. Esto supone un descenso de 258 personas en comparación con 2015. De esta manera, el número de vecinos cae por debajo de la barrera de los 22.000 y desciende con respecto a la cantidad que se registró en 2003. La cifra de residentes en el casco urbano y sus aldeas no deja de caer desde 2012, cuando se logró la mejor cifra de las últimas décadas, con 22.870. Dicho de otra forma, solamente en los cuatro últimos ejercicios Alcalá ha perdido más de 1.100 vecinos. Si la tendencia no revierte y continúa el ritmo de “erosión”, en menos de una década la población resultará menor de 20.000, parámetro determinante para cuestiones fundamentales como, por ejemplo, las transferencias de otras administraciones públicas al Ayuntamiento. Incluso, se reduciría la cantidad de ediles de la Corporación Municipal. El declive demográfico se da también en los dos municipios de la provincia más cercanos a Alcalá, Castillo de Locubín y Frailes, con una cantidad de habitantes que se sitúa en los 4.212 y 1.637, respectivamente.

Desde el punto de vista histórico, la población alcalaína vivió altibajos el pasado siglo, que empezó con algo menos de 16.000 habitantes. El crecimiento fue muy destacado en las siguientes décadas, hasta casi duplicarse, de manera que en torno a 1950 se rondaban los 30.000 vecinos, la cifra máxima desde que existen estadísticas fiables. A partir de ahí comienza un retroceso, con fuerte emigración a Cataluña y otros lugares, que dura hasta los años 80, en los que la cuantía llegó a estar en 20.000. Ahí comienza una cierta recuperación, con la llegada de inmigrantes, que duró hasta 2012.

Una de las causas de la decadencia poblacional es el marcado envejecimiento, como muestra la pirámide de edades, en la que el peso de los ancianos es muy similar al de niños y el tramo con más personas es de 50 a 54 años.

Los extranjeros son en torno a un millar, o sea aproximadamente el 5%. De ellos, uno de cada 5 procede de Rumanía. También destacan los ingleses —pese a que muchos se han marchado desde que empezó la década— y los magrebíes —sobre todo, de Marruecos—. Hay una treintena de nacionalidades representadas.