El PP reclama al concejal de Cultura que dimita por mentir

La oposición esgrime dos escritos de técnicos que desdicen al edil socialista

07 may 2019 / 12:39 H.

El candidato del PP a la Alcaldía, Marino Aguilera, salió a la palestra en Capuchinos, sede de la biblioteca, para poner, de nuevo, en entredicho la adjudicación de éste y otros servicios culturales a una empresa. El jefe de la oposición instó al concejal de Cultura, el socialista Juan Francisco Martínez, a irse por mentir en un pleno municipal. Para apoyar sus palabras, esgrimió dos escritos de técnicos municipales que rebaten las afirmaciones de Martínez en la sesión extraordinaria en la que los populares pidieron explicaciones por el proceso de licitación.

Uno de los documentos es dirigido por la directora de la biblioteca, Alicia Arenas, al alcalde, Carlos Hinojosa. En la misiva, desmiente que, en ningún momento y de manera oficial, se le solicitara un informe o colaboración en el proceso. Defiende se aclare el “error” y se hagan las “modificaciones oportunas” al respecto.

El segundo escrito es redactado por el técnico de Cultura, Francisco Toro, y se presentó en el registro del Ayuntamiento. Desmiente que él en concreto haya participado en la adjudicación de la biblioteca y los servicios culturales. Asevera, en contestación a lo expuesto por Juan Francisco Martínez en el pleno del 21 de marzo, que estuvo al margen. Señala que el pasado 11 de diciembre firmó las prescripciones técnicas “por mandato legal”. Añade que nunca fue consultado ni informado. En su argumentación, Toro hace un repaso pormenorizado con fechas de lo acontecido. Sostiene que desconoce los horarios, el personal y la cualificación y funciones de los trabajadores de la firma concesionaria. Apunta que ninguno de los empleados tiene la titulación requerida en un informe municipal. Recalca que, pese a que la anterior secretaria, María del Mar Rodríguez, certificó que la empresa adjudicataria había prestado servicios de gestión del teatro y de Capuchinos entre enero de 2008 y diciembre de 2018, de forma ininterrumpida, nunca ha existido contrato en este sentido, aunque sí hay facturas para “trabajos puntuales”, que no suponen, en modo alguno, once años completos. Niega que haya emitido ni se le haya solicitado, como debería suponerse, informe alguno previo al certificado de la anterior secretaria. Toro opina que la solución adoptada de externalizar o privatizar servicios “no es la más acertada o correcta” tras 64 años de “intachable trabajo” del personal. Por último, manifiesta su disconformidad con el traslado de Cultura, pues cree que el lugar debería ser Capuchinos, edificio creado “ex professo” para ello.

Por otro lado, Marino Aguilera denunció que hay quejas de investigadores por la restricción de acceso al archivo —con solo un día para consultar legajos— y descontento de usuarios porque ya no puede obtenerse el certificado digital en la biblioteca pública.