El docente Manuel Milán se jubila con un aplauso general

Si sé esto no me jubilo. Lloro porque lo hago desde el corazón”. Con estas palabras cerró su intervención Manuel Milán, un carismático profesor de Educación Física que recibió un homenaje en el instituto Alfonso XI. Era tal la emoción que el protagonista del acto estaba, literalmente, roto y no podía hablar en algunos momentos de su sentido discurso. Dijo estar “enamorado” de Alcalá la Real, municipio al que llegó en 1982. Expresó su agradecimiento a la administración educativa, el Ayuntamiento, sus compañeros, sus amigos, su familia el personal del centro y los alumnos. Destacó que la ciudad es un referente deportivo. En este sentido, contrapuso, con ironía, las 50.000 pesetas de las que disponía Francisco Martín, concejal del área hace alrededor de dos décadas, y la situación actual de instalaciones. En un vídeo que se proyectó resaltó que siempre había intentado ver lo bueno de los estudiantes y que se siente un “privilegiado”. Como regalos de despedida, Milán recibió una tarta, una dedicatoria colectiva, un reloj y una placa.

El homenaje resultó muy ameno y en él intervinieron compañeros actuales y del pasado, aparte de sus hijas, Fátima y Mercedes. Entre quienes se dirigieron a él se encontraban el actual director del instituto, Juan Manuel Aguilera, Francisco Martín, José García, Pascual Baca, Ana Cortecero; el alcalde, Carlos Hinojosa, quien fue alumno de Manuel Milán, el inspector jubilado Felipe García Mino, Antonio Olvera y varios alumnos. Especialmente completa fue la descripción del protagonista efectuada por Antonio Jesús Góngora, pupilo y tiempos después compañero del recién jubilado. De él elogio, entre otras virtudes, que es una persona positiva, comprensiva, que genera confianza y siempre resta importancia a las “chiquilladas”.

En la ceremonia se proyectaron, igualmente, otros vídeos con mensajes de miembros de la comunidad educativa. El actual directo del instituto Alfonso XI destacó los 32 años que enseñó Milán en el centro, en una etapa que comenzó en 1987 y acabó a finales de marzo. Según sus cálculos pasó por su puesto de trabajo unos 5.500 días, con más de 20.000 horas e impartió clase a más de 2.000 personas, de varias generaciones, lo que representa “el 10% de Alcalá la Real”.

También se destacó su trayectoria vital. Nacido en Instinción, en la Alpujarra de Almería, se destacó su tesón como estudiante y la fructífera unión con su mujer, Paqui Cano. Además, se hizo una especie de juego en el que se planteaban, con gracia, preguntas sobre su comida favorita, su amor al deporte o la expresión que más suele utilizar. Por último, hubo un almuerzo en el Bar Europa.