Veintidós años para cicatrizar la herida de una decepción

El Linares se quedó sin ascenso en 1997 al perder ante el Moralo

07 jun 2019 / 11:38 H.

La vida, en algunas ocasiones, siempre te concede una segunda oportunidad de rectificar un error o de alcanzar un éxito que no se pudo lograr en su momento. El 29 de junio de 1997 el viejo Estadio de Linarejos presentó un lleno con más de 10.000 aficionados en la grada. En juego estaba el ascenso a Segunda División B en una liguilla dura y competida hasta el último suspiro. El CD Linares quedó emparejado con el Ayamonte de Huelva, el Tomelloso de Castilla La Mancha y el Moralo. Con el conjunto extremeño protagonizó los dos últimos compromisos. En el primero, disputado en Navalmoral de la Mata, empató a uno con un gol de David Banderas en el tiempo de prolongación. La igualada le dio la opción de jugarse el cambio de categoría ante sus aficionados. Con un triunfo sellaba el pasaporte a la División de Bron ce, pero la escuadra entrenada por Ángel Bautista fue incapaz de romper la defensa del Moralo y el equipo terminó bloqueado e impotente en el campo. Perdió por el tanteo de cero a uno y la fiesta la celebraron los 300 seguidores del equipo extremeño que presenciaron el compromiso. Esta gesta se recuerda esta semana en Moralo, una vez que los dos conjuntos han quedado emparejados en la segunda eliminatoria de ascenso a Segunda División. Cerca de 22 años después se repite otra vez la secuencia, aunque en esta ocasión es en un partido de ida y el premio será el pase a la final.

Javier García López, ahora representante de joyas, fue titular en el famoso encuentro con el Moralo. El defensa, contundente y elegante a la vez con el balón, aún recuerda el compromiso en un “abarrotado” Estadio de Linarejos. “Después de 22 años la historia se repite otra vez entre el Moralo y el Linares Deportivo. Espero que se viva el mismo ambiente que tuve la oportunidad de disfrutar, pero que el resultado sea distinto. Nuestro equipo se mereció más en esa liguilla de ascenso y nos presentamos al último partido con posibilidades de subir. Fue una lástima, aunque espero que ahora todo sea distinto y la eliminatoria tenga signo azulillo”, indicó.

ÍDOLO. Iñaki López Murga, técnico del Córdoba juvenil de Liga Nacinal, es un ídolo entre los seguidores azulillos y en aquel fatídico partido lució el brazalete de capitán. “Fue una pena no lograr el ascenso, porque Linarejos registró un lleno absoluto con una afición entregada. Fue una pena la derrota, pero no hubo manera de superar al Moralo, pero ahora estoy convencido de que se conseguira.